Sudán

`Gana el sí en el referéndum pero todavía hay muchas incógnitas`

Mundo · M.N.
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11 enero 2011
Páginas Digital entrevista a Ismael Piñón, director de la revista Mundo Negro.

¿Cómo valora el desarrollo del referéndum en Sudán del Sur?

De momento se está desarrollando con tranquilidad. A pesar de las presiones y las provocaciones ejercidas por el Norte en las semanas previas, hay un ambiente general bastante pacífico, salvo en la zona de Abyei, fronteriza entre el Norte y el Sur, donde está habiendo varios enfrentamientos entre ganaderos missiriye y agricultores dinka. Ha habido ya unos 20 muertos. Aunque estos enfrentamientos no están ligados directamente al referéndum, sí que puede tener repercusiones en su desarrollo.

La participación está siendo muy alta, ya que la inmensa mayoría de los sudaneses del Sur quieren la independencia para hacer realidad su sueño de vivir en paz y en libertad tras 50 años de guerra y opresión por parte del Norte. Para que el resultado sea efectivo, es necesaria una participación de al menos el 60 por ciento de la población censada. Seguramente se alcanzará ese porcentaje, por lo que se puede vaticinar que el sí ganará y que tendremos un nuevo país africano.

¿Qué trabas puede poner Jartum al proceso de independencia?

Al principio amenazó con no aceptar nunca la independencia del Sur. Hizo mucha presión sobre el Sur, incluso utilizando la fuerza y la provocación. En las semanas precedentes al referéndum varias ciudades del Sur fueron bombardeadas por el ejército del Norte. Por otra parte, ha amenazado con retirar la ciudadanía a los sureños que viven en el Norte si el resultado es favorable a la independencia. Sin embargo, la fuerte presión internacional está haciendo que su lenguaje y su actitud sean ahora más moderadas. El presidente El-Beshir ya ha anunciado que aceptará y respetará el resultado, sea el que sea. Está por ver cuál será su actitud y su comportamiento tras el referéndum.

¿Es viable un Sudán del Sur independiente?

Sí. Es viable, e incluso lógico, ya que las diferencias con el Norte (culturales, étnicas, religiosas y tradicionales) son muchas. Sin embargo, el nuevo Sudán Meridional se enfrenta a una serie de retos que tendrá que afrontar. Las etnias del Sur siguen estando divididas entre sí. Por otra parte está el reparto de los beneficios del petróleo (más del 80 por ciento de las reservas están en el Sur). También está el problema de las comunicaciones. El nuevo Sudán del Sur se quedará sin salida al mar, única vía de exportación del petróleo. Además, está el problema de las regiones fronterizas, cuya población es mitad norteña y mitad sureña. En estas regiones, especialmente en Abyei, la población decidirá, también por referéndum, a qué parte quieren pertenecer. Es la parte más delicada de todo este proceso. Es una zona de continuos conflictos, ya que parte de la población es missiriye (árabe, musulmana, ganadera y ligada al norte) y parte es dinka (negra, cristiana o de religión tradicional, agricultora y ligada al sur). Los enfrentamientos de estos últimos días, que han causado ya más de 20 muertos, evidencian lo delicado de la situación en la zona.

¿Van a ganar en libertad los cristianos en el nuevo Sudán?

En el Sur sí. Otra cosa es lo que sucederá con los cristianos del Norte. El Gobierno de El-Beshir ha anunciado que si el Sur se independiza, en el Norte se instaurará la sharía (ley islámica). Los cristianos del Norte verán restringida o prácticamente suprimida su libertad religiosa (si es que alguna vez pudieron gozar de ella).

Si se generalizan casos como el de Sudán, ¿no se hace más difícil la integración africana?

No creo que se generalicen. La situación de Sudán es muy particular. La división entre Norte y Sur existe desde el momento de la independencia y, salvo un corto período de 13 años, siempre ha estado marcada por la guerra. El único país que podría compararse a Sudán es el Chad (en el que he vivido ocho años); con un norte mayoritariamente árabe y un sur principalmente negro. De hecho, su presidente, Idris Déby, siempre se ha manifestado opuesto al referéndum y a la independencia de Sudán Meridional, por miedo a que el deseo independentista se contagie a su propio país. Sin embargo, aunque en Chad siempre ha habido diferencias y enfrentamientos entre el Norte y el Sur, hoy por hoy son pocos los que ven lógica una independencia del sur de este país, también rico en petróleo. El caso de Nigeria, que también podría compararse al tener un norte árabe-musulmán y un sur negro-cristiano, tampoco es cuestionable, ya que tiene un sistema político de estados federales en el que hay mucha autonomía. No creo que en estos dos países (Chad o Nigeria) llegue a plantearse seriamente un referéndum de independencia. Hay que tener en cuenta, además, que la propia Unidad Africana, máximo organismo continental y agente principal de esa integridad africana, ha apoyado desde el principio la celebración del referéndum como principal vía de solución para el eterno conflicto sudanés.

¿Se puede pronosticar que Salva Kir Mayardit va a ser el nuevo presidente? ¿Cuál puede ser su política?

Lo más lógico es que sea él el nuevo presidente. Tendrá ante sí grandes retos. Tendrá que construir un nuevo país partiendo prácticamente de cero, sin infraestructuras y con un índice de pobreza muy alto. El primer y principal reto que tendrá, sin embargo, será cohesionar y unir a todas las etnias del Sur, ya que en este momento dicha cohesión está muy lejos de ser una realidad. Hasta ahora todos estaban unidos contra el Norte. Ahora que serán dueños de su propio destino, tendrán que buscar superar sus propias diferencias y alcanzar una unidad, cosa que no es del todo evidente.

Por otra parte, el nuevo Gobierno del Sudán Meridional deberá buscar caminos de colaboración y diálogo con el Sudán del Norte. El reparto de los beneficios del petróleo, la salida al mar, la definición de las fronteras en los respectivos estados limítrofes… son retos que hacen que el nuevo presidente deba realizar grandes esfuerzos y muestras de diálogo, tolerancia y cohesión. No lo tendrá nada fácil.

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