Fútbol y más fútbol
El partido prometía de antemano. Al menos por nombre. Dos grandes selecciones, un escenario idóneo, y un contraste de estilos muy bien diferenciados. Muchas otras veces no pasa de ahí, del mero impacto que supone ver en el cartel a Inglaterra enfrentarse a Italia. Este no fue el caso. El balón fue el único protagonista durante los 95 minutos que duró el encuentro. Recibió distintos tratos, pero en ambos casos supuso un espectáculo. Una auténtica lección de cómo jugar al fútbol. Inglaterra insistió en la velocidad, transiciones no muy largas aunque sí efectivas, además de aprovechar el desparpajo y habilidad que presentaban algunos de sus futbolistas. En muy pocos toques pisaban el área contraria. En el bando rival el talento se palpaba en cada pase que realizaban. Sutileza, tranquilidad y precisión. Pero sin ser un juego estático. Una maravilla de duelo.
Ninguno de los dos conjuntos dejaron tiempo para que el espectador se levantara del sofá. La emoción acompañaba a cada jugada. Hacía tiempo que no veía un partido tan perfecto y tan completo. Después de toda esta sucesión de piropos parece imposible destacar a alguien. Podría resultar injusto incluso. Y puede que lo sea. Pero es inevitable colocar a Pirlo un peldaño por encima del resto. Él es fútbol, la definición perfecta de este deporte se encuentra en las botas de Andrea. Los pases que da no son buenos, son imposibles. Nadie puede intuir dónde va a poner la pelota, hasta que pone en práctica su idea, y comienzas a verle sentido a la jugada. Piensa mucho más rápido que los otros futbolistas, y además tiene la suerte de tener la calidad suficiente como para poder ser preciso. Un buen partido, y además jugó Pirlo. Fútbol y más fútbol.
Me dio pena cuando el árbitro puso fin a esta fantástica pugna. Primero porque no estoy acostumbrado a ver encuentros de tanto nivel. Y segundo porque empecé a pensar que se aproxima el final de Pirlo. Algo parecido me ocurrió cuando Zidane decidió colgar sus botas. Estaba seguro de que con 40 años, el francés podría competir a un nivel alto. Pocos jugadores pueden permitirse el lujo de no correr tanto y ser tan decisivos. Me encantaría que Pirlo quisiera prolongar su carrera durante el máximo tiempo posible. Que no corra, da igual. Que se quede en el círculo central, recibiendo balones constantemente, y que no deje de mimar el balón como lo hace. Corre la voz de que Verratti puede ser un digno sucesor de Andrea. Aunque suene un tanto exagerado, no es una afirmación del todo descabellada. También es un jugador que no teme hacerse cargo del balón, domina el pase al primer toque y tiene una visión de juego bastante interesante. Quizás le falte la magia, la esencia del toque de Pirlo, pero eso no se volverá a ver. Mientras tanto toca disfrutar de él cada vez que pise el césped. Su presencia sirvió para que Italia venciera por 1-2 a Inglaterra. El empate hubiera sido lo más justo, pero tener a Pirlo en tus filas es una injusticia.