Fui forastero y me acogisteis: la experiencia de acoger al diferente
Durante el año 2015, un millón de personas han llegado a la vieja Europa reclamando el estatuto de refugiado. Provienen de zonas en conflicto, especialmente Siria, Iraq, Afganistán y algunos puntos de África como Somalia y Sudán del Sur. Todos quieren llegar hasta Alemania y los países nórdicos pero, por razones lógicas de corresponsabilidad, serán distribuidos por todos los países de la Unión Europea.
Culturas diversas, religiones diversas, razones diversas, generarán problemas diversos, a los que no estamos habituados. Es una acogida que presenta considerables dificultades que no se pueden obviar.
De hecho ya han comenzado a surgir problemas, como ha sido la discriminación de los cristianos en muchos de los albergues donde han sido acogidos en Alemania, o los casos de violencia de género realizados durante la noche del 31 de diciembre en Colonia y otras ciudades europeas.
18.000 personas componen el contingente asignado a España. Algunas de ellas (pocas) han comenzado a llegar y recibir una ayuda institucional que se mantendrá durante seis meses. ¿Y después qué? España no será el destino elegido, sino el destino obligado y esto supondrá una dificultad adicional.
La administración tiene siempre la tentación de realizar una intervención directa a través de sus técnicos, concentrando a los refugiados en albergues y suministrándoles comida y algún dinero de bolsillo. Pero transcurrido el período previsto de seis meses, ¿cuál es el plan?
Para abordar todas estas cuestiones y otras, EncuentroMadrid albergará una mesa redonda con José Luis Pinilla, director del Secretariado de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española; Daniel Almagro, misionero laico comboniano, director del Albergue Misión Emmanuel; y Belén Cabello, directora de la Fundación Acogida. Será el sábado 9 de abril a las 16h.