Formigoni: «A los cristianos no se les deja decir nada sobre política»

¿Cómo trata la región de Lombardía a las mujeres en embarazo de crisis?

Lombardía cuenta con potentes movimientos ciudadanos de ayuda a la embarazada con problemas. Son muchos voluntarios que ofrecen a la mujer amistad, apoyo, para que no se encuentre sola, además de ayuda económica. Lo que hace la administración regional es apoyar a estos movimientos que trabajan con la mujer. Por ejemplo, hemos destinado 500.000 euros a través del Centro de Ayuda a la Mujer que está dentro de una clínica de Milán que es la que tiene más nacimientos de la región, pero también la que hace más abortos. Este centro de acogida es una alternativa al aborto que cuenta con el cariño y apoyo del personal médico. Tras 30 años de aborto en Italia todos entienden que hay que ofrecer alternativas a la mujer.

Ante la emigración ilegal se prepara en España una ley que permitiría encerrar, por ejemplo, a curas que acojan o escondan emigrantes sin papeles, a veces embarazadas…

No tenemos una ley así en Italia ni creo que la tengamos jamás. También allí hay mucha inmigración ilegal, por nuestra cercanía con África y los Balcanes. Cuando se detiene a un inmigrante ilegal, se le da una hoja de expulsión. Si se le detiene una segunda vez, se le conduce ya a su país. Pero esto no se parará hasta que los países europeos tengan políticas serias de ayuda a los países de origen de la inmigración. Los que mueren de hambre y guerra no dejarán de venir si no se ayuda en su país.

¿Hay cristianofobia en Europa?

¿Cristianofobia? Yo diría más bien que hay una concepción por la cual se supone que la religión ha de ser un hecho privado. A los cristianos, aunque sean seglares, profesionales, no se les deja decir nada sobre política. Y mucho menos si se trata de un Papa o un obispo. Es un tema que afecta también a la cultura de Europa.

Si no piensa que la religión ha de ser tan privada, ¿nos puede contar cuál es su vida de oración?

Toda la vida puede ser oración, la plegaria es ofrecer al Señor lo que haces y también tus sentimientos. San Benito, patrón de Europa, dijo: "ora et labora", reza y trabaja. No quería decir: "primero rezar y después trabajar", sino que puedes rezar mientras trabajas y viceversa. Hay una conexión curiosa siempre entre el trabajo y la oración. Ahora bien, yo, personalmente, rezo con los salmos y la liturgia de las horas además de un ángelus antes de comer y de cenar. Y si el horario me lo permite, voy a misa entre semana.

Publicado en La Razón