Feliz 2025

Editorial · Fernando de Haro
Me gusta 4 | 0
29 diciembre 2024
¿Qué esperamos del 2025? Los jóvenes desean una respuesta a su soledad porque los jóvenes se sienten más solos que los mayores. No tendremos nunca una humanidad saludable sin sentirnos, sin sabernos radicalmente solos y, por eso, radicalmente acompañados.

¡Buena entrada de año¡ ¡Te deseo un buen 2025¡ ¿Qué deseamos? ¿Qué entendemos por un buen año? Deseamos, uno de cada tres, gozar de buena salud. Deseamos también tranquilidad y tener trabajo. Es lo que refleja una reciente encuesta de Funcas (un instituto de estudios económicos) en la que se les preguntaba a los entrevistados que escogieran una palabra para definir qué esperan del año que entra. Salud, tranquilidad y trabajo es el nombre que dan la mayoría de los españoles a su necesidad.

Para los jóvenes el deseo tiene otros nombres. Los que tienen menos de 24 años saben que la situación económica es difícil para ellos, que en 2025 no van a mejorar mucho las cosas. Pero esos mismos jóvenes desean paz, felicidad, y especialmente amor. Uno de cada cuatro de esos jóvenes que desean amor, según otras encuestas, se sienten solos. Los jóvenes se sienten más solos que los mayores.

Es una soledad no querida, trágica, causada en muchos casos por la dificultad para pasar de la vida adulta. Una soledad que provoca mucho sufrimiento. Están más solos los más pobres y los que están solos son más vulnerables a las enfermedades mentales. No está claro que la causa de esta situación sean las redes sociales y el uso excesivo de las pantallas.

Sin duda es necesario luchar contra esta falta de compañía. El problema es cómo hacerlo. Convertir necesariamente la soledad en una enfermedad no parece lo más inteligente. ¿Queremos curar a los jóvenes recetándoles tranquilidad, invirtiendo más dinero en salud preventiva? Hay compañías que pueden ser más destructivas que el drama de no tener la vida resuelta. No hay más que ver lo que supone el desarrollo de movimientos identitarios. Esos movimientos crecen porque ofrecen un atajo: la identidad (nacional, religiosa, deportiva, ideológica, sexual, ecológica, etc) concebida como refugio y como conflicto es una droga barata. El viejo y nuevo opio del pueblo.

Decimos que nuestros países no son países para jóvenes porque no pueden acceder a una vivienda, porque no pueden emanciparse, porque durante mucho tiempo sus salarios son muy bajos, porque hay una gerontocracia institucional que les impide influir en la vida democracia. Y todo eso es verdad. Nuestro sistema de pensiones garantiza el presente de los viejos y es una gran hipoteca para los que tiene por delante 40 años de vida profesional. Todo eso es una profunda injusticia que juzga y desacredita nuestra forma de vida.

Pero más allá de las patologías, ese no sentirse acompaños de nuestros jóvenes, ese desear amor y paz, más allá de la repugnancia que estas dos palabras nos pueden provocar, es una fuente de energía humana sin la que estaríamos muertos.

Los adultos que aspiramos solo a la tranquilidad y a no tener dolor físico no somos capaces de entender que desear estar acompañado y no encontrar respuesta es el gran recurso de un mundo como el europeo, un mundo cansado y sin fuerzas.

Menos mal que alguien espera que en 2025 haya un acuerdo de paz en Ucrania. Un acuerdo que no sea una rendición y que no aplace el problema de la seguridad. Menos mal que alguien desea que acabe la guerra en Gaza, una guerra que ha acabado con decenas de miles de vidas de civiles y que utiliza la hambruna como arma.

No tendremos nunca una humanidad saludable sin sentirnos, sin sabernos radicalmente solos y, por eso, radicalmente acompañados. Sin reconocer que no hay tranquilidad posible, sin hacer nuestra la intranquilidad y el dolor desgarrador que provoca la guerra. 2025 será un buen año si nos devuelve a nuestra soledad primaria,  si nos hacer vivir saludablemente intranquilos.

 

¡Sigue en X los artículos más destacados de la semana de Páginas Digital!

¡Recuerda suscribirte al boletín de Páginas Digital!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticias relacionadas

Solo un niño naciendo (en gerundio)
Editorial · Fernando de Haro | 0
El gerundio es importante. Se nos ofrece la oportunidad de no estar dominados por la nostalgia de un pasado que pensamos que se marchó y podemos ver el futuro con la seguridad de que ese niño seguirá siendo un comienzo, pase lo que pase....
21 diciembre 2024 | Me gusta 8
Sin experiencia no se entiende el mundo
Editorial · Fernando de Haro | 0
Por un lado está lo que nos pasa y por otro lo que pensamos del mundo. Esta disociación cognitiva explica muchas de nuestras reacciones frente a lo que sucede. Es necesario recurrir a la experiencia para entender la realidad que es compleja....
15 diciembre 2024 | Me gusta 3
Un pueblo refugio ya deshabitado
Editorial · Fernando de Haro | 0
Era cuestión de meses que el Gobierno de Michael Barnier cayese en una Asamblea dominada por los extremismos de derecha y de izquierda. Esta última crisis política tiene raíces profundas....
7 diciembre 2024 | Me gusta 6
La dulce libertad
Editorial · Fernando de Haro | 0
La canciller alemana ha sido una líder con muchos errores pero líder y siempre le ha preocupado la cuestión de la libertad. ...
1 diciembre 2024 | Me gusta 4