Felices 140
El cine español de mejor nivel y menos parcial lo forman un grupo de mujeres que nos tienen encantados. Recordamos algunas de ellas como Iciar Bollaín, María Ripoll, Belén Macías o Gracia Querejera,
Esta última cineasta, hija del gran productor Elías Querejeta, tiene varias películas de alto nivel como Héctor, 7 mesas de billar francés o 15 años y un día. Este año estrena Felices 140, que cuenta lo que pasa entre un grupo de personas cuando una de ellas cuenta que le ha tocado el premio del euro-millón.
Aunque no toda la crítica apoya esta cinta que cree poco en el ser humano, rompemos una lanza a favor de la realizadora porque consigue atraparte con una historia que parece que no es nada del otro mundo, pero en la que vemos situaciones que siempre terminan por sorprender. Y es que pasa todo tan rápido que, cuando te quieres dar cuenta, todo ha terminado porque se pasa el tiempo volando. Llama la atención el sencillo pero inquietante final, que da más miedo que una película de terror.
La familia es un tema importante dentro de la filmografía de la directora madrileña que disecciona con acierto, ofreciendo una visión más o menos positiva, aunque no idílica de esta institución. En esta ocasión, muestra su lado más oscuro y el modo de entender la vida de la sociedad actual. Las declaraciones de esta realizadora a Fotogramas, si uno tiene principios, nos permiten reflexionar sobre cómo la ausencia o presencia de decisiones éticas puede influir en la educación de nuestros hijos: ´En el caso del chaval de la película, me interesaba la idea de un padre que trataba de convencer a su hijo de que quiere hacer lo contrario, cuando todo el mundo sabe que no lo es”. La autora, apoyándose en el guión de Santos Mercero, quiere profundizar en la condición humana, en la forma en que la gente saca su peor cara cuando el dinero aparece en sus vidas. La codicia, que tan bien refleja Tolkien en su personaje de Gollum y su conocido tesoro, aparece como el peor de los defectos que destruye o pudre todo lo que hay alrededor.
La cineasta ha contado con su actriz fetiche Maribel Verdú, una de mis actrices favoritas, que lo vuelve a bordar. El reparto es coral y destacan Marian Álvarez, Nora Navas y dos actores muy consolidados como Antonio de la Torre y el camaleónico Eduard Fernández. Nos ha gustado el personaje del citado en último lugar, pues sirve para explicar el modo en que la conciencia de las personas influye en que tomemos la decisión adecuada o inadecuada para que nuestro ser se quede tranquilo o no.