Exuberancia bajista

Trichet, el presidente del BCE, se desgañita reclamando que se cumpla la puesta del fondo de rescate acordado en la última cumbre de la UE. Los neokeynesianos aprovechan para argumentar que se están haciendo demasiados recortes y los guardianes de la ortodoxia recuerdan que el déficit y la deuda son excesivos. La recuperación en uve doble (W) con doble pico de caída hace mucho tiempo que estaba pronosticada. El mercado se ha convertido cada vez más en un casino autónomo en el que provocar la avalancha vendedora es muy rentable. Los que ganan a la baja se ponen las botas con un Eurogrupo incapaz desde hace año y medio de tomar una medida sensata.
Los eurobonos se debaten y nunca se aprueban. Merkel siempre echa el freno. Ni acaban de rescatar a la minúscula Grecia ni acaban de dejarla caer. Un síntoma de la debilidad política. El ahora denostado Greenspan -el hombre que mantuvo los tipos bajos mientras crecía la burbuja para evitar el desplome tras la euforia de las .com- hablaba de la "exuberancia de los mercados". Era su expresión para criticar a los que se estaban poniendo las botas aunque la economía real iba por otro lado. Ahora la exuberancia es a la baja.