Esperando goles

Dominioalterno que a España poco interesaba ya que estaba diseñada para mandar en elritmo del partido llevando el control del juego haciendo largas posesiones. Lafalta de acierto y determinación por parte de los españoles provocó que en losprimeros 45 minutos Buffon poco tuviera que hacer a parte de observar.
Por su parte,Casillas no faltó a su cita con el espectáculo que supone verle bajo palos yrealizó una gran parada después de un remate de cabeza de los azzura.
Poco tuvo quever la primera parte con los segundos cuarenta y cinco minutos cuando España,fue a por el partido de forma directa intentándolo desde fuera del área, algoque faltó en el primer tiempo. Fue Italia quien se adelantó tras una perfectacontra y un pase que no pudo atajar la defensa española para que Di Nataledelante de Casillas abriera la lata.
SalieronTorres y Navas y a los tres minutos, la selección española por medio de un granpase de Silva a Cesc para marcar el tanto que suponía el empate. El deFuenlabrada, cuestionado en todo momento, ha estado a la altura de lascircunstancias pero nos ha dejado a todos con un sabor agrio, él está bien peroel balón tiene que acabar entre los tres palos.
Del Bosqueapostó por los bajitos, el tendrá sus razones, pero fue con un nueve dereferencia cuando España creó verdadero peligro. Se han echado de menos losdisparos desde la frontal, y la ansiedad por llegar hasta la línea de gol paradisparar. La carencia del gol era conocida previamente, pero de uno u otro lapelota acaba entrando.
Iniesta, superlativo,llegaba a la Eurocopa en el mejor momento de la temporada, y seguramente de sucarrera, alcanzando la madurez futbolística y esto se ha reflejado durante todoel encuentro. El de Fuentealbilla, a mayor escenario, mayor espectáculo y él seencargo de poner la magia y mantener encendida la esperanza hasta el final delpartido.
Primeraprueba, primer punto que sirve también tanto para contener la euforia como paraser conscientes de que hay más opciones que nunca para hacer algo grande.