En el corazón del núcleo duro de la crisis
Es el ministro al que Zapatero no le dejó sacar adelante un pacto de educación que empezase a corregir los desastres de nuestro sistema de enseñanza. Un sistema que, desde que salió la UCD del poder, y de eso hace mucho tiempo, ha estado regido por leyes socialistas. En el núcleo duro de la crisis que sufrimos en España está la crisis educativa. El fracaso escolar supera el 30 por ciento. Según los datos de la OCDE hechos públicos este miércoles, sólo el 22 por ciento de los españoles ha completado la educación no obligatoria, en Europa es el 47 por ciento. Uno de cada cinco jóvenes españoles ni estudia ni trabaja. Y casi la mitad de los universitarios están empleados en un puesto inferior al correspondiente a sus estudios.
Hay demasiados jóvenes en la universidad y pocos estudiando Formación Profesional. De esto todavía se habla un poco. De lo que no se habla nada es de que en el corazón del núcleo duro de la crisis educativa hay algo de lo que no tienen la culpa los políticos. A los jóvenes no sólo les faltan conocimientos y habilidades. Les faltan, sobre todo, herramientas positivas para afrontar la vida, y de eso tenemos la culpa los adultos que hemos renunciado a transmitirles nuestra tradición desafiando su libertad.