Elecciones catalanas: el principio del cambio

Aumenta la participación: la apatía hacia la política era desafección hacia la reforma del Estatut, pero ahora se trataba de provocar un cambio de Gobierno, de castigar al tripartito, y eso ha animado a votar. El purgatorio de los socialistas puede no haber hecho más que empezar, estos resultados apuntan a que dentro de unos meses pueden perder las alcaldías de Barcelona y de Badalona. El cambio en 2003 empezó en Cataluña, Aznar no lo supo ver. Zapatero tiene muchos motivos para estar nervioso.
Mas puede gobernar en solitario. Es difícil predecir si para la geometría variable que pondrá en marcha CiU se va a sentir más inclinada hacia la sociovergencia o hacia los populares. La incógnita se despejará definitivamente a partir de 2012. Alicia Sánchez Camacho tiene a su favor el plus de legitimidad de haber conseguido los mejores resultados de la historia de su partido. El duro varapalo del PSC debería suponer un motivo para que CiU se alejase de los socialistas hasta que purguen los años del tripartito. Tampoco tendría sentido que Mas se acercara a una Esquerra que se desploma.
El líder de CiU tendrá en cuenta, sin duda, que a pesar de la irrupción del partido de Laporta en el Parlament, el independentismo declarado pierde terreno. ERC en 2006 obtuvo más de 400.000 votos y ahora la suma de ERC y el partido de Laporta ronda los 300.000 votos. También tendrá que tener en cuenta CiU el avance de las opciones no nacionalistas que aumentan los votos. En 2006 la suma de PP y Ciudadanos no llegaba a los 400.000 votos y ahora supera los 460.000.