El referéndum posible
En la campaña electoral de 2019 Sánchez prometió reformar el Código penal para castigar a los que como Junqueras habían convocado un referéndum ilegal. Aznar hizo una reforma en el Código Penal para que los referendos no autorizados fuesen punibles. Zapatero la eliminó. Se acaba la legislatura y Sánchez no va a reformar el Código Penal para castigar un referéndum ilegal. Todo lo contrario. La reforma ha consistido en eliminar la sedición y rebajar la malversación para hacerle un regalo a los que robaron para declarar la independencia. Este mismo domingo Sánchez explicaba que eso era pacificar. La pacificación ha durado horas. Junqueras ya ha pedido un referéndum. Al PNV le ha faltado tiempo para subirse al carro. Rápidamente Bolaños, ministro de presidencia, ha negado que eso vaya a suceder porque es inconstitucional. También el Gobierno decía hace unas semanas, ni siquiera un mes, que no iba a reformar el delito de sedición, ni el de malversación. Desde hace tiempo el que ahora es director de la Real Academia, Santiago Muñoz Machado, viene explicando que si los catalanes quieren votar lo pueden hacer con un referéndum de modificación del Estatuto de Autonomía, para ajustarlo a la realidad actual de Cataluña. Es algo que la Constitución sí permite.