El Plan de Obama tendrá que cambiar

El paquete también incluye millones de dólares para combatir el tabaquismo y enfermedades venéreas. Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, tuvo que emplearse a fondo para explicar los gastos para financiar la contracepción: "Bueno, los servicios de planificación familiar reducen los costes… Los Estados tienen graves problemas con sus presupuestos. La contracepción reducirá los costes de los Estados y el Gobierno federal". Antes de la votación, este punto fue retirado a petición del presidente Obama.
El economista Martín Feldman, defensor de la necesidad de las medidas estímulo, dice que el plan es "un error de 850.000 millones de dólares". Ha explicado que el recorte de impuestos ayudará poco a la economía. Tampoco los créditos a los Estados, en su opinión, son de mucha ayuda: "Se firman cheques sin límite para los gobiernos de los Estados. Alrededor de 100.000 millones de dólares se van a dedicar al Medicaid matching rate, una fórmula para reducir el coste de la atención de la salud estatal, que pasará al presupuesto federal. Se liberan así recursos para invertir en cualquier cosa que el gobernador y las asambleas legislativas de los Estados decidan. Otros 80.000 millones se destinarán a las haciendas de los Estados. ¿Estas grandes sumas generarán inversiones adicionales o simplemente serán transferencias de fondos dentro de los Estados para evitar las subidas de impuestos o la emisión de bonos? ".
La Cámara, controlada por demócratas, ha aprobado el plan pero no ha logrado convencer a ningún republicano. Ahora tiene que pasar el Senado, donde será rechazado por republicanos y demócratas, entre ellos el senador McCain. El senador Ben Nelson, famoso por las coaliciones bipartidistas (como la "banda de los 14") está tratando de mejorar el plan, sustituyendo los gastos ineficaces por inversiones en infraestructura que crean puestos de trabajo directos. Los ciudadanos no están convencidos. El republicano Jim Gerlach ha asegurado que en su distrito, de mayoría pro Obama, hay tres o cuatro llamadas telefónicas y correos electrónicos en contra por cada correo o llamada a favor.
En su columna en el Wall Street Journal, Peggy Noonan ha hablado la semana pasada de una oportunidad perdida: "No se han dado cuenta del momento en el que estamos, no se han dado cuenta de que las viejas formas de gasto en un área particular que sirve para conseguir votos ha acabado. Así aparecen los representantes demócratas, no como gente que está respondiendo a una crisis, o que la ignora, sino como gente que la está utilizando. Nuestro prometedor y convincente presidente no debería haber presentado el plan. Esta semana ha sido noticia que haya ido la Cámara para reunirse con los republicanos. Podría haber hecho historia si los hubiera escuchado".