El peor PP
No es nada conveniente que el segundo partido de la oposición, con más de diez millones de votos, se suma en una profunda crisis por cambiar a su líder. Hay tiempo para que ese cambio, si se tiene que producir, se haga de forma serena. Dice Esperanza Aguirre que quiere abrir un debate ideológico. De momento no se ha producido. La presidenta de la Comunidad de Madrid parece estar dejándose enredar en una operación poco clara. Sólo se ven prisas confusas.
Está claro que el modelo de partido creado por Aznar ya no funciona. Rajoy no puede pretender repetir viejos esquemas. Hace falta una nueva forma de hacer oposición, más constructiva, lo que no significa que sea conveniente asumir como propio el "discurso cultural" de Zapatero ni echarse a dormir.
La sociedad española necesita un partido de centro-derecha que esté unido pero que sepa también recoger todas las corrientes y tradiciones vivas de su entorno. Junto a los liberales, los conservadores, los demócratacristianos y los socialcristianos tienen mucho que decir.