El Fondo Monetario Internacional enfría las previsiones de Renzi
De entre las economías importantes europeas, la mejor previsión se la lleva la vecina España, a pesar de tener en este momento un gobierno en funciones, y la posibilidad en el horizonte, o de tener un gobierno débil (ya sea del PP o del PSOE), o de tener que repetir elecciones. Aún así, el Fondo Monetario Internacional piensa que la economía española puede llegar a crecer un 2.7% durante este año y un 2.3% en 2017, con lo que acumularía un crecimiento total del 8.2% en tres años si sumamos el 3.2% de este año pasado.
En ese sentido, España es una de las pocas economías que van a crecer por encima de la media prevista para el conjunto de la zona euro, para la que el FMI concede un 1.7% de crecimiento tanto en 2016 como en 2017. De las principales economías de la eurozona, ni siquiera Alemania va a superar la media, ya que va a estar exactamente en la media de la zona euro para ambos años (un 1.7%). Peor es el panorama para Francia, que se va a mover entre un 1.3% (2016) y un 1.5% (2017). Frente a ellos, un Reino Unido (que, por cierto, tiene pensado celebrar una consulta sobre la permanencia o no en la Unión Europea) puede crecer, según el FMI, un 2.2% tanto en 2016 como en 2017. Y fuera de la Unión Europea pero dentro del mundo occidental, Estados Unidos crecería, según el FMI un 2.6 en estos dos años venideros.
En lo que se refiere a los mercados emergentes (nos referimos a los más importantes), el que mejor se va a comportar va a ser China, que, a pesar de la clara y evidente desaceleración que vive su economía, puede alcanzar, según el Fondo Monetario Internacional, un 6.3% en 2016 y un 6.0 en 2017, mientras que resultan preocupantes los datos de la Federación Rusa, cuya economía se contraerá un -1.0% en 2016 para recuperar esa cifra perdida en 2017, y Brasil, que perderá un -3.5% en 2016 para quedarse en crecimiento cero en 2017. En definitiva, Renzi puede tener la tranquilidad de que el FMI está de acuerdo con él en que seguirá creciendo en 2016, aunque sea de manera menos optimista a la del Gobierno italiano. En todo caso, sigue sin ser una mala cifra para un Gobierno que nació de una elección presidencial y no de una victoria en las urnas, y al que ya le queda tan solo un mes para cumplir dos años de vida.