El extraño caso de Angélica

El extraño caso de Angélica es una historia pequeñita, propia de un cortometraje, de dudoso interés, convertida en un largometraje cadencioso y demasiado autocontemplativo. El argumento es como una versión pobre de las leyendas de Bécquer, y cuenta la historia de un fotógrafo bohemio que se enamora de una chica difunta a la que ha fotografiado en su lecho de muerte. Los planos comienzan mucho antes de lo necesario, y se cierran mucho después de que finalice la acción. Esta generosidad con los planos, unida a lo mínimo de la trama dan forzosamente un resultado tedioso y muy cansino.
Conversaciones enteras rodadas en un plano general tienen éxito cuando el diálogo alcanza notables cotas dramáticas, pero no es el caso. Ciertamente la fotografía es bella, y a menudo tiene un carácter casi documental, pero ello no basta para que funcione el film en su conjunto. Además la partitura de piano que acompaña todo el film no ayuda a dinamizar el resultado. Los actores están dirigidos muy al estilo Oliveira, que recuerda algo al maestro Bresson, y ello sí tiene algo hipnótico, aunque frustra ver la inane presencia de una actriz tan sugerente como nuestra Pilar López de Ayala.