El éxodo de Estados Unidos

Mundo · Lorenzo Albacete
COMPARTIR ARTÍCULO Compartir artículo
| Me gusta 0
7 julio 2011
Escribo este artículo poco después de la medianoche del 4 de julio, el día en el que se celebra en los EE.UU. la Independencia. El 4 de julio 1776 se presentó por primera vez la Declaración de la Independencia, escrita principalmente por Thomas Jefferson. He visto en televisión los fuegos artificiales que han seguido millones de personas en Washington, Nueva York y Boston, un extraordinario espectáculo que ha concluido con algunas canciones populares, canciones patrióticas y bailes.

Recuerdo haber escrito el año pasado en un día como hoy un editorial que comparaba la fiesta litúrgica de Santa Isabel de Portugal, que celebran todos los católicos del mundo, con la misa del Día de la Independencia, que se celebra sólo en de los Estados Unidos.

En ese artículo ponía en evidencia que en la misa latina, especialmente en el prefacio, tienden a hacer de los cimientos de los Estados Unidos un evento en la historia de la salvación, algo así como un "nuevo éxodo". En el éxodo de América, los peregrinos del nuevo pueblo de Dios huían de la esclavitud del paganismo (Europa era Egipto y el Papa el faraón malo) y llegaron a la tierra prometida de la libertad de culto.

No sé si la reciente revisión del misal ha cambiado en algo la misa el 4 de julio, pero este año mi reacción ha sido diferente, menos crítica y más positiva. Los millones de personas que celebraban el nacimiento de la nación representan una gran diversidad de creencias, una gran diversidad étnica, racial, cultural y religiosa. Una diversidad que habría conmocionado a los padres peregrinos.

Sin embargo, todos parecían compartir su concepto del Éxodo. A pesar de la grave crisis cultural, a pesar de las guerras políticas que les han paralizado, la mayoría de los estadounidenses siguen apegados al sueño americano. Siguen soñando, sólo Dios sabe en cuántos idiomas. Las palabras en inglés de la Declaración de Jefferson alegran a los estadounidenses y consiguen que, al menos en este día, saluden a la bandera de forma espontánea con esperanza y lágrimas en los ojos.

Pensemos en estas palabras: un Creador autor de derechos inalienables, el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad, el derecho de ser libre frente a un poder político despótico, el derecho a la propiedad, etc. Millones de palabras se han escrito sobre este documento, reflejan todas las interpretaciones, pero la gente normal en todo el mundo puede seguir llorando y sigue llorando al oír esas palabras, aunque Thomas Jefferson no liberó a sus esclavos nunca.

Vida, libertad y la búsqueda de la felicidad: éstas son las puertas para entrar en el corazón americano, deben ser la base para la nueva evangelización de América. Sólo hacen falta unos pocos católicos como Santa Isabel de Portugal.

Noticias relacionadas

Tabula rasa
Mundo · Luis Ruíz del Árbol
Prácticamente todos los intentos de crear en el viejo continente una sociedad nueva han recurrido a la socorrida solución urbanística de hacer tabula rasa con sus vetustas ciudades y, sobre sus ruinas, levantar megalómanos proyectos utópicos....
25 abril 2024 | Me gusta 1
Análisis del ataque de Irán a Israel
Mundo · Páginas Digital
Fernando de Haro analiza el ataque de Irán a Israel este pasado fin de semana. El tipo de ataque muestra que Irán no ha querido hacer todo el daño que podría haber hecho....
16 abril 2024 | Me gusta 0
La mirada del otro lado
Mundo · Wael Farouq
La visión que los árabes tienen de Europa está dominada por una serie de binomios: amor y odio, miedo y admiración... Occidente aparece a la vez como explotador y benefactor, refugio y amenaza, debido a la amarga relación entre los mundos oriental y occidental. ...
9 abril 2024 | Me gusta 2
La voz de Europa y España en el mundo de hoy
Mundo · Páginas Digital
FUNCAS ha organizado la conferencia titulada "El triunfo de la paz sobre la guerra. La voz de Europa y España en el mundo de hoy" desarrollada por Víctor Pérez-Díaz....
2 abril 2024 | Me gusta 0