El escándalo de las cárceles

En Yare, durante cuatro horas se enfrentaron las dos bandas que controlan el penal, con saldo de veinticinco muertos, uno de ellos por fusilamiento. Se reportó la utilización de pistolas automáticas, granadas, rifles de asalto y hasta ametralladoras que los presos habían logrado introducir, en complicidad con los militares y funcionarios civiles que prestan servicios en el penal. De acuerdo a los cálculos de la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones, desde la designación de la ministra Varela, han muerto quinientos sesenta y siete presos.
El hacinamiento es uno de los factores que determina la crisis penitenciaria. La de Yare, por ejemplo, tiene capacidad para setecientos cincuenta presos y alberga tres mil ciento cincuenta. Durante los catorce años del régimen, apenas se han construido tres cárceles. El número de reclusos resulta de difícil estimación actualmente, entre otras causas, por el retardo judicial, que llega al extremo de que una persona permanezca detenida varios años sin que la Fiscalía intente acusación.
Esta situación no es nada novedosa. Hace poco tiempo, en Caracas, se produjo una similar en el denominado retén de La Planta, con saldo de muchos muertos, tanto presos como personas inocentes de las vecindades de la cárcel, que mientras estaban en sus casas fueron alcanzados por los disparos hechos desde el retén. Para lograr solucionar la crítica situación que se prolongó por varios días, la ministra tuvo que negociar con los "pranes" (quienes lideran a los reclusos), permitiéndoles en algunos casos su traslado, mientras otros extrañamente se fugaban del penal.
El presidente ha calificado de infundios las informaciones que en grandes diarios internacionales se han hecho sobre este problema, que acontece en las cárceles venezolanas y prohibió a los miembros de la Guardia Nacional y a los funcionarios que prestan servicios en esos establecimientos que den declaraciones, por considerar que forman parte de una conspiración del imperialismo para generar inestabilidad en las proximidades de la reelección. La decisión presidencial causó que la BBC de Londres hiciera un reportaje en el que se afirmó que el régimen penitenciario venezolano es el peor del mundo.