´El clima antipolítico es dañino´
¿Está justificada la preocupación por la corrupción política?
La preocupación por la corrupción está más que justificada y los medios de comunicación están prestando un gran servicio a la sociedad al darla a conocer. Lo peor de la corrupción es que se mantenga oculta, porque ello equivale a que se admita, mientras que cuando los escándalos salen a la luz se abre la posibilidad de combatirla. En realidad, no sé si en los últimos años ha aumentado la corrupción o si, lo que me parece más probable, se está dando a conocer más.
¿Se está generando un clima antipolítico?
Sí, se está generando un clima antipolítico que me parece dañino. La movilización ciudadana debe ir encaminada a forzar a los partidos a poner coto a la corrupción, a sancionar a los que no lo hacen en las urnas, y a crear nuevos partidos si es necesario. Pero limitarse a denunciar la corrupción de la política no conduce más que al abstencionismo ineficaz.
¿Qué regeneración democrática es necesaria?
Ética y política están unidas y la regeneración democrática implica regeneración moral. En mi opinión es necesario poner coto a la financiación ilegal de los partidos, que como vemos desvirtúa la adjudicación de contratos públicos y facilita la picaresca de los políticos con cuentas en Suiza, y hay que hacer que los elegidos estén más cerca de los electores. Ello implica una mayor inspección de las finanzas de los partidos por parte de instituciones no partidarias, mayor transparencia en las donaciones a los partidos y, también, admitir que los políticos deben ser pagados de acuerdo con la importancia de su trabajo: es mejor pagarles bien a que redondeen sus ingresos con sobres B. Respecto a acercar a electores y elegidos lo crucial me parece acabar con la dominación de los partidos por sus cúpulas y para ello hacen falta listas abiertas, primarias, etc. Y la gente descontenta con los partidos existentes debería montar candidaturas alternativas. La ética política es la ética de la responsabilidad (Max Weber) y de la sumisión a la ley.