El 15, el año de lo público

España · Fernando de Haro
COMPARTIR ARTÍCULO Compartir artículo
| Me gusta 119
30 diciembre 2014
El 15, el año que comienza en estas horas, llega con un importante reto. Las elecciones municipales y regionales de primavera y las generales de otoño van a ser las primeras desde hace 35 años en las que un partido que no cree en la Constitución va a ser determinante. Puede que todas las encuestas estén equivocadas o que cuando llegue el momento de la verdad muchos cambien su decisión, pero de momento Podemos parece que va a ser el gran protagonista de los próximos meses.

El 15, el año que comienza en estas horas, llega con un importante reto. Las elecciones municipales y regionales de primavera y las generales de otoño van a ser las primeras desde hace 35 años en las que un partido que no cree en la Constitución va a ser determinante. Puede que todas las encuestas estén equivocadas o que cuando llegue el momento de la verdad muchos cambien su decisión, pero de momento Podemos parece que va a ser el gran protagonista de los próximos meses.

Ni el PP ni el PSOE parecen ver el desafío que implica el ascenso del populismo. Aunque los viejos sistemas ideológicos han caído, los instrumentos de análisis siguen siendo los del pasado. La izquierda y la derecha utilizan claves de comprensión basadas en el liberalismo y el marxismo (a partes iguales) sin que se abra paso una mirada capaz de entender el nuevo fenómeno.

Mariano Rajoy, en la rueda de prensa que ofreció el pasado viernes como balance del 14, dibujó la que va a ser su agenda en los próximos meses. El centro-derecha español está afectado por una reducción economista. El suyo ha sido un Gobierno de gestión. Ha tenido el acierto de evitar el rescate. Y la miopía de olvidarse de la cultura, de la educación y de la Política con mayúsculas. Rajoy y su equipo están convencidos de que un crecimiento del PIB superior al 2 por ciento, la creación de empleo y la alegría de la reforma fiscal animará a sus votantes retraídos. Más dinero para gastar y algo más de bienestar (infraestructura) serán suficientes para disolver el desencanto generado por tanto sacrificio (superestructura). Un mercado más dinámico convertirá el interés particular en bien común y el populismo se disolverá como la niebla de una mala mañana.

Hace unos días Francisco Llera, director del Euskobarómetro, lo decía con claridad: ´no se dan cuentan de que la crisis política es anterior a la crisis económica´. Tampoco se da cuenta el PSOE, que cree que si aumentan las contradicciones avanzará en intención de voto. Sus líderes se niegan a reconocer que están mucho más cerca del PP que de Podemos. El PSOE es un partido de Gobierno y de centro-izquierda y siempre que ha buscado el voto en la izquierda-izquierda ha fracasado (pacto de Almunia con Paco Frutos, segunda legislatura de Zapatero).

Víctor Pérez Díaz, el gran sociólogo de la sociedad civil, ha criticado durante las últimas semanas la irresponsabilidad que alimenta el ascenso del populismo. Ahora parece que los políticos de los grandes partidos han surgido de la nada, cuando han estado y están en sus puestos porque el público ha estado dispuesto a votarlos. Pero también Pérez Díaz ha señalado con claridad que el protagonismo de Podemos es una señal de alarma. “Estos movimientos populistas tienen un punto interesante, del que se puede aprender mucho. Los populismos te ponen encima de la mesa el problema. Te dicen que no hemos expresado entre todos y de forma continua nuestro interés o nuestra preocupación por los asuntos públicos. Es fácil que los políticos, incluso los mediáticos, se construyan una burbuja donde hablan entre ellos y no escuchen bien al país”, asegura Díaz. Y añade: “lo que ha ocurrido durante estos años es algo que no solo sucede en España, ocurre un poco en todas las democracias liberales. “Hay una tendencia hacia la pasividad y la dejadez en los asuntos públicos”.

¿Cómo es posible corregir esa pasividad? Una solución es explorar nuevas vías, nuevas fórmulas políticas que sin comprometer libertades esenciales como la libertad de educar, sean fieles a los contenidos de la Constitución y puedan introducir algún acicate. Pero incluso esta fórmula es insuficiente.

No sabemos si es posible detener el ascenso del populismo de forma inmediata. En cualquier caso lo urgente es recuperar el amor por lo público, del que habla Pérez Díaz, como parte de la realización personal. Los restos del marxismo y del liberalismo son un obstáculo para llevar a cabo esta tarea. Los esquemas ideológicos se superan cuando se tiene la experiencia de que somos en relación. Esa experiencia de concebirse junto a otros, con otros, es lo único que puede recuperar una cultura de la responsabilidad y un vínculo real entre lo público y lo privado. El éxito de Podemos es que reivindica la recuperación de ese vínculo. Su mentira es que lo cultiva con la violencia de lo utópico (lo que no tiene lugar). Estamos ante un desafío pre-político. Cualquier solución que no se plantee en ese terreno será transitoria y agravará el problema. 2015 es el año de lo público, de lo público no como una construcción del mercado o del Estado, sino como una dimensión de la persona.

Noticias relacionadas

Uno de los nuestros
España · GONZALO MATEOS
El nacionalismo, o el gregarismo, o como lo quieras llamar, se nos ha colado sibilinamente. Juzgamos la realidad bajo la óptica de los intereses de nuestra facción a la que todo permitimos y a la que todo justificamos....
27 septiembre 2024 | Me gusta 7
La España de Pedicabo e Irrumabo
España · Ángel Satué
El Parlamento español ha reconocido como presidente de Venezuela a Edmundo González. Presidente González, enhorabuena. Sánchez ha perdido una votación importante....
15 septiembre 2024 | Me gusta 0
Non ti manco?
Carrón · Julián Carrón
.Julián Carrón dialoga con un gruppo di amici che hanno trascorso alcuni giorni di vacanza in Galizia....
12 septiembre 2024 | Me gusta 27