Diálogo, sí, diálogo
Apertura con un lema –“Tú eres un bien para mi”- que podría ser una losa o un brindis al sol cuando acaba, por fin, el verano del terror (Niza, Normandía, Baviera, Alepo y un largo etcétera). El Meeting de Rimini ha abierto este viernes su XXXVII edición con un mensaje contundente del Papa. Francisco ha enviado un texto al megaencuentro de Comunión y Liberación con un juicio histórico muy contundente a raíz de lo sucedido en las últimas semanas. “Frente a las amenazas a la paz y a la seguridad de los pueblos, estamos llamados a tomar conciencia de que la inseguridad existencial es la que nos hace tener miedo del otro y nos hace tratarlo como un antagonista”. La clave del “cambio de época”, de la violencia yihadista, de la respuesta perpleja de una Europa que no sabe cómo responder, de un populismo y de un nacionalismo alimentado por la globalización, es una “inseguridad existencial”. Inseguridad que se expresa en la presunción de salvarse solo en la dialéctica del enemigo. El mensaje de Francisco al Meeting difícilmente consiente una interpretación espiritual o buenista de la afirmación “Tú eres un bien para mi”.
No parece que en las primeras horas del Meeting el subrayado de Francisco sobre el valor histórico del diálogo (la salvación, el bienestar de los pueblos, la verdad es relacional), haya sonado extraña en los pabellones de la Feria de Rimini. Al tiempo que llegaba el mensaje del Papa, se abría el Meeting con un diálogo con el presidente de la República. Sergio Mattarella no es un hombre del mundo católico. Su intervención ha sido introducida por Luciano Violante, excomunista muy activo durante los años 90 en la vida pública contra ciertas formas de presencia cristiana. Este nuevo amigo del Meeting que viene “de la otra orilla” ha destacado el valor civil de la propuesta de CL. Después Mattarela, a las puertas de un nuevo otoño caliente por la reforma constitucional, ha asegurado que “los inevitables choques de las dialéctica democrática no deben hacer olvidar que los momentos de unidad son decisivos”. La intervención de Mattarella ha dado inicio a una serie de trabajos, que se prolongaran durante toda la semana, en la que personajes que tuvieron y siguen teniendo un gran peso en la vida pública italiana revisarán la historia y las instituciones del país- sin huir de la fatiga de lo complejo y de lo técnico- a la luz de la afirmación del otro como un bien.
La agenda internacional del Meeting se ha abierto con Túnez y Arabia Saudí. Túnez, el país que resiste el estropicio de las primaveras árabes. Arabia Saudí, el país que desde hace décadas produce un wahabismo violento, padre y abuelo del actual yihadismo. Protagonista de la mesa redonda sobre Túnez, el premio Nobel Fadhel Mahfoud. Mahfoud ha contado el giro que impidió a los islamistas apropiarse de la revolución. Muchos tunecinos supieron defender el proceso de democratización en nombre de un islam que rechazaba el integrismo. Camillo Ballin, vicario apostólico de Arabia del Norte, ha contado las restricciones casi absolutas para la libertad religiosa en su región. . Ballin Ha llegado como el cristianismo llega a la tierra de la Meca, supuestamente blindada, a través de una ironía de la historia, a través de trabajadores asiáticos que son tratados como esclavos. “He dedicado 47 años a Arabia, a los cristianos y a los musulmanes y no tengo más que agradecimiento”, ha señalado. Un millón de razones para considerar al wahabismo como el enemigo mortal. No ha cedido a ninguna. Ballin obedece al modo en el que el Misterio hace el cristianismo, con esclavos. Solo testigos como él le dan peso a un lema que, de otro modo, podría parecer una frase bonita escrita en el agua.