Descubriendo el pensamiento de Bergoglio

España · PaginasDigital
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21 agosto 2018
Alejandro Bonet, profesor de Doctrina Social de la Iglesia Católica en los seminarios de la archidiócesis de Santa Fe y Rosario en Argentina, moderó una mesa redonda en la que tres ilustres estudiosos se confrontaban sobre las peculiaridades pastorales y culturales de los cinco años de pontificado de Jorge Mario Bergoglio.

Alejandro Bonet, profesor de Doctrina Social de la Iglesia Católica en los seminarios de la archidiócesis de Santa Fe y Rosario en Argentina, moderó una mesa redonda en la que tres ilustres estudiosos se confrontaban sobre las peculiaridades pastorales y culturales de los cinco años de pontificado de Jorge Mario Bergoglio.

Guzmán Carriquiry, vicepresidente de la Comisión Pontificia para América Latina, puso de relieve la sólida sucesión de papas desde el Concilio Vaticano II. “El diablo no tolera que haya unidad entre los pontífices, y en cambio esa es la característica más propia de la continuidad entre las figuras que se sucedieron desde san Juan XXIII hasta llegar al papa emérito Benedicto XVI y el papa Francisco”. En un mundo donde ya “las periferias irrumpen en la cristiandad”, este último, “tan argentino, tan latinoamericano, tan jesuita, representa el itinerario propio de una particularidad que desafía la esterilidad del gran catolicismo europeo. Este pontífice no ha inmerso en la mística de la misericordia y se inclina ante los pobres”. Todo su pontificado es una invitación a la conversión, a la gran purificación, sobre todo de los obispos y sus colaboradores, en un mundo que no tolera, a pesar de nuestras miserias, que la Iglesia sea baluarte entre poderes que asumen rostros cada vez más inhumanos.

“Los que oponen la memoria de Juan Pablo II a Francisco no saben que la primera peregrinación que hizo Karol Wojtyla como Papa fue a Puebla, adonde fue para conocer de cerca la teología de la liberación”. Así empezó Rocco Buttiglione, director de la Cátedra Juan Pablo II en la Pontificia Universidad Lateranense. Como polaco, Juan Pablo II conocía muy bien el “fracaso del marxismo” como instrumento analítico de la historia. “Yo fui a América Latina en aquellos años –recuerda Buttiglione– con don Francesco Ricci para visitar a un grupo de teólogos que habían tomado en serio la invitación del Papa: Juan Carlos Scannone, Lucio Gera y Jorge Mario Bergoglio, que era entonces rector del seminario de San Miguel”. Ellos concebían su tarea como una nueva teología un poco más “al modo de Comunión y Liberación”. El desafío fue creciendo dentro de la lucha por la liberación de la dictadura de los coroneles. “Bergoglio repetía que un hombre es un hombre, y como tal tiene derechos y una lucha que ignora la dignidad de la persona concreta no puede generar una verdadera liberación”. De ahí nace uno de los principales puntos cardinales del pensamiento del papa Francisco: la unidad es más fuerte que la división. Sobre este punto muchos derramaron su sangre y aquí el profesor recordó a un queridísimo amigo de Bergoglio, mons. Enrique Angelelli, obispo de La Rioja, asesinado por los militares, cuyo proceso de beatificación ha comenzado recientemente.

La reflexión que propone Austen Ivereigh, periodista y escritor, autor de ´The Great Reformer: Francis and the making of a radical pope”, se centra en cambio en el valor de su encíclica chilena, constituida por la intervención del papa Francisco en Santiago y las tres cartas dirigidas al pueblo de Chile. “Los temas que ha puesto de manifiesto la crisis que ha sacudido a la Iglesia en general y la chilena en particular tienen su origen en el periodo posconciliar, pero también se puede reconducir al problema de la Iglesia enrocada en sus propios palacios, incapaz de evangelizar”. La confusión deriva de la separación entre verdad y caridad, y todo el esfuerzo de Bergoglio va en la dirección de purificar a la Iglesia del gnosticismo y el pelagianismo. La situación de la Iglesia actual deriva de un excesivo “discutir, rumiar y condenar, en vez de discernir, renovar y reformar”.

La intervención de Massimo Borghesi, profesor de Filosofía Moral en la Universidad de Perugia, abordó un tema que desarrolla en su biografía intelectual de Jorge Mario Bergoglio. “No se puede permanecer inerte ante las críticas”. Explica así el motivo que le llevó a escribir sobre el papa Francisco, con el objetivo de contribuir a lograr una comprensión clara de quién es y cuál es su itinerario intelectual. Este experto, gracias a algunos escritos entre otros de Ivereigh, recorre la trayectoria de formación de Bergoglio, citando algunos personajes que llevaron a la construcción de su pensamiento católico original (Podetti, Methol Ferré, Von Balthasar o Giussani, en sintonía con Bergoglio en la categoría del encuentro). “El papa Francisco –concluyó Borghesi– ha demostrado que la vida del cristiano es dinámica, se caracteriza por una continua tensión entre la Gracia de Dios y la libertad, entre tradición e innovación, entre pensamiento lineal y abierto al estupor”.

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