Déficit autonómico: ¿Por qué no la subsidiariedad?

Pero donde está la miga es en un déficit y una deuda de las Comunidades Autónomas descontrolados sin perro que les ladre. Los datos, ofrecidos por la ministra Salgado el 31 de mayo, mostraban que en el primer trimestre del año sólo la mitad de los Gobiernos autonómicos tienen controlado el déficit para terminar el año en el 1,3 por ciento de déficit, que es el objetivo establecido. La propuesta de una auditoría por parte del PP supone denunciar que no se fía de los datos del Banco de España y de la Intervención General del Estado.
La gente que sabe de gasto público dice que la Intervención ya no es lo que era. El problema son las facturas no computadas. Déficit oculto e incumplimiento de la Ley de Estabilidad Presupuestaria de 2001 aprobada por Aznar. El PP ofrecía diálogo después de haber sacado pecho, primera muestra de su poder autonómico. Ha pedido un Consejo de Política Fiscal y Financiera cuando ya había uno convocado porque quieren llevar la voz cantante, que no se limite el orden del día a las prioridades del Gobierno. ¿Quién le pone el cascabel al gato?
El problema, como apuntaba el informe de Moody´s de este lunes, es que el Gobierno no tiene capacidad para imponer disciplina. Si Cataluña presupuesta un 2,6 por ciento de déficit, ¿quién le dice que no? El gasto disparado de las Comunidades Autónomas no se soluciona eliminando coches oficiales o privatizando televisiones, que no estaría nada mal. El agujero está en el capítulo de personal, en la sanidad y en la educación. Una administración demasiado grande que se empeña en prestar directamente los servicios y que multiplica universidades donde no son necesarias.
Por eso es tan relevante que los "chicos" de AFI, de Emilio Ontiveros, de la "inteligencia" socialdemócrata, escribieran en El País un artículo en el que apostaban por una nueva forma de prestar servicios públicos no directamente gestionados por la Administración. "Las administraciones públicas que vienen" (http://www.elpais.com/articulo/opinion/Administraciones/publicas/vienen/elpepiopi/20110601elpepiopi_14/Tes) se titulaba la pieza firmada por César Cantalapiedra y José A. Herce. ¿Por qué no la subsidiariedad?