De OPAS y de mayorías

La OPA lanzada por Carlos Torres y su equipo en el BBVA ha fracasado por razones económicas. Menos de un 26 por ciento de los accionistas del banco catalán suscribieron la oferta. Carlos Torres hizo una oferta escasa, tacaña, para los accionistas del Sabadell, muchos de ellos además de accionistas son clientes y tiene mucha fidelidad al banco catalán.
Carlos Torres ofreció poco y Carlos Torres ha sido víctima de la expectativa creada por una segunda opa. Se había creado la expectativa de que el BBVA iba a hacerse en la primera opa con una participación de entre el 30 y el 50 por ciento del Sabadell y que iba a lanzar una segunda oferta para completar la primera. La segunda OPA se liquidaría en efectivo y por eso no era conveniente acudir a la primera.
El BBVA sigue teniendo pendiente coger más fuerza en Europa para compensar los problemas con sus inversiones en México y en Turquía.
El fracaso de la operación ha sido económico. Pero el Gobierno no ha sido neutral. La Comisión Europea ha comunicado que continua tramitando su expediente sancionador contra el Gobierno de Sánchez por poner unas condiciones a la OPA que eran contrarias al derecho de la Unión. El culebrón de esta OPA ha sido larguísimo. El BBVA la lanzó en mayo del 24. Y Sánchez tenía que conseguir que no saliera adelante porque el Sabadell es el banco de la burguesía catalana y Junts es un producto de parte de esa burguesía catalana. La OPA fue en su momento autorizada por la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia con algunas condiciones. El ministro Cuerpo en mayo de este año dijo que la OPA era mala para todo, para el sistema financiero, para el empleo, le faltó decir que era mala para la sostenibilidad del planeta
En el mes de mayo el Gobierno puso condiciones más duras: el BBVA estaba obligado a mantener al Banco Sabadell como una entidad autónoma durante tres años. Con un gesto sorprendente Sánchez anunció una consulta pública a toda la sociedad para que valorará la posible adquisición.
El Gobierno no ha sido neutral porque tenía que contentar a sus socios catalanes, especialmente a Junts y porque tenía que apoyar a Illa, presidente de la Generalitat. Illa, contento del fracaso del BBVA ha asegurado que la victoria del Sabadell no ha sido solo una victoria económica, también ha sido una victoria política.
En los círculos del independentismo se decía que la OPA lo habían frenado los inversores sí, pero también las patronales, los comerciantes, los partidos catalanes… el pueblo catalán contra la invasión. El Gobierno ha estado muy activo en la OPA y está muy pasivo en la política económica que afecta a todos los españoles El Gobierno no para de presumir de que la economía va como un tiro. Y algo de razón tiene. El Fondo Monetario Internacional ha elevado la previsión de crecimiento del PIB al 2,9 por ciento. Pero esos datos tienen mucho que ver con el dopaje de los fondos europeos. Para que la economía fuera bien de verdad el Gobierno tendría que reformar las pensiones, apoyar el incremento de la productividad, mejorar el sistema educativo y muchas cosas más. Pero para eso hace falta una mayoría suficiente que no tiene y unos presupuestos que no presenta.
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