Covid, devaluación y justicia llevan a Argentina al borde del abismo

España · Arturo Illia
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23 septiembre 2020
Después de innumerables acciones que han demostrado hasta a los más ignorantes lo que significaba su presidencia, el gobierno de Alberto Fernández sigue dando señales cada vez más inequívocas de estar a las órdenes de Cristina Fernández de Kirchner. Estos días ha tenido lugar una serie de hechos que arrastran aún más a Argentina hacia una catástrofe que parece que ya carece de reglas morales.

Después de innumerables acciones que han demostrado hasta a los más ignorantes lo que significaba su presidencia, el gobierno de Alberto Fernández sigue dando señales cada vez más inequívocas de estar a las órdenes de Cristina Fernández de Kirchner. Estos días ha tenido lugar una serie de hechos que arrastran aún más a Argentina hacia una catástrofe que parece que ya carece de reglas morales.

Para empezar, se han preparado investigaciones, secuestrando grabaciones de cámaras a la entrada del barrio privado donde se aloja, para establecer si el expresidente Macri había violado las estrictas normas de cuarentena en Argentina. No sabemos si lo ha hecho o no, pero lo cierto es que basta con ver las cantidades industriales de grabaciones desde el comienzo de las medidas anti-Covid decididas por su gobierno (que ahora quiere premiar a los especialistas en enfermedades infecciosas) para ver cómo el presidente Fernández ha violado en numerosas ocasiones las normas más elementales que obligaba a cumplir duramente a sus conciudadanos.

Pero el odio que domina desde hace años las acciones de la vicepresidenta parece no tener ya límite, pues sus múltiples acciones para intentar (de momento felizmente) evitar los quince procesos que la implican se topan con una población que organiza por internet reuniones oceánicas de protesta contra el riesgo de perder no solo la justicia, sino también la República. De hecho, hace unos días se realizaron manifestaciones masivas anti-gubernamentales por todo el país.

Pero eso no es lo peor, y nos encontramos con una devaluación del peso del 30%, que hunde aún más, mediante un rigidísimo control de cambios con el dólar, una situación económica agravada por la cantidad de empresas extranjeras que han decidido abandonar el país al considerar, justamente, que el actual gobierno va en contra de la libertad económica y que tiende sustancialmente a eliminar a la clase media en ese proyecto de “Argenzuela” del que ya hemos hablado en estas Páginas digitales. Realmente estamos al límite de la desesperación de un pueblo que no solo ve cómo se esfuman sus depósitos bancarios, sino también la actividad económica y, en consecuencia, su empleo.

Ciertamente, quien apoya al gobierno es una masa considerable no solo de un sindicalismo corrupto sino también más de doce millones de pobres que viven de los subsidios que otorga Papá Estado a cambio del voto y de la participación en las manifestaciones de apoyo al Ejecutivo actual. Pero la gente de a pie empieza a reaccionar también huyendo del país, sobre todo hacia Uruguay, que ha emprendido una serie de procedimientos para favorecer este fenómeno, mientras que otros ciudadanos están intentando llegar a sus segundas residencias por miedo a que hayan sido ocupadas y pasen bajo control del narcotráfico o de los centros sociales a cambio de protección.

Todo ello mientras el problema del Covid ha superado todos los límites y ya no se sabe qué hacer para intentar ralentizar los contagios. Las pruebas se realizan con cuentagotas, los hospitales están saturados y el personal sanitario desconfía totalmente de los continuos desafíos gubernamentales que, en vez de favorecer y premiar los enormes sacrificios de las categorías médico-sanitarias que heroicamente (como en otros lugares del mundo) combaten la batalla diaria contra el virus, reducen continuamente las ayudas, con el riesgo de un bloqueo sanitario de consecuencias imprevisibles.

En definitiva, un país que, partido en dos, busca una solución a problemas infranqueables pero cuya situación parece empeorar cada vez más.

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