´Contra Mubarak, verdadero enemigo de los cristianos´

Profesor, ¿quién guía a estas personas y qué piden los manifestantes contra Mubarak?
Muchas de estas personas han salido a las calles porque son conocidas, pero los verdaderos líderes de la protesta pertenecen a la clase media-alta. Lo han organizado todo a través de Facebook, muchos son estudiantes de la American University, donde doy clase, y de la German University. Con ellos están miles de profesores universitarios y numerosos magistrados. Lo que piden estas personas es, sobre todo, libertad.
¿Considera que Mohammed El-Baradei puede conducir la transición hacia la democracia?
No. El-Baradei en realidad está muy lejos de la gente que protesta, no es nuestro líder. Y lo mismo podemos decir de otros políticos egipcios. Ninguno de ellos tiene vínculo alguno con lo que está sucediendo estos días. Sólo ahora, cuando la gente muere en las calles, vienen a ofrecernos su ayuda. Sólo tenemos una respuesta: "No, gracias". Los líderes de esta revolución proceden de abajo.
¿Pero es realmente una insurrección espontánea, o hay alguien que la ha fomentado?
Esta gente ha salido a la calle sin que nadie le dijera que lo hiciera. Puedo asegurar que al frente de estas protestas no han estado los Hermanos Musulmanes. Me gustaría que sobre este punto no hubiera ningún equívoco posible. Lo que está sucediendo es una revolución laica. A pesar de que el Gobierno está haciendo todo lo posible para que se difunda la idea de que detrás de estas manifestaciones está el fundamentalismo islámico. Pero puedo testimoniar en primera persona que no es así.
¿Qué es lo que ha visto?
Lo que he visto estos días me ha convencido de que el verdadero enemigo de la libertad religiosa en Egipto es el régimen de Mubarak. Los cientos de miles de personas que han salido a la plaza piden a voces la unidad entre cristianos y musulmanes. Uno de los eslóganes, por ejemplo, decía: "Cristianos y musulmanes, todos somos egipcios". Por el contrario, el viernes por la noche no vi a un solo Hermano Musulmán entre los manifestantes. Una persona, en un momento dado, probó a entonar un eslogan que decía "El islam es la solución", e inmediatamente fue expulsado. La gente decía: "Somos egipcios, no musulmanes". Un cristiano llevaba una cruz y, en cuanto los demás manifestantes lo vieron, lo alzaron sobre sus hombros con alegría, como signo de reconocimiento. Lo puedo contar porque lo vi con mis propios ojos.
¿Cómo se comportará el ejército con los manifestantes?
Cuando el ejército salió a las calles de El Cairo, los que protestaban lo recibieron con flores. La gente tiene confianza en el ejército porque no tiene la misma historia de corrupción que la política y el Gobierno. Todavía no sé de qué parte decidirán estar los generales, pero los soldados siempre han demostrado llevar el patriotismo en el corazón. Los egipcios tienen grandes esperanzas depositadas en su ejército.