Contra la libertad religiosa para compensar

Pero además Zapatero dijo que se había hablado de educación y de libertad religiosa, y no mencionó el aborto. Un error más: en contra del protocolo se refirió a la audiencia en rueda de prensa en la sede de la residencia oficial de Berlusconi. Italia, esto lo saben los alumnos de primaria, es un Estado diferente al Vaticano. No se habla en la presidencia de otro Estado de una conversación con el Papa. El comunicado de la Santa Sede, que siempre utiliza la expresión "coloquio cordial" para referirse a este tipo de conversaciones, eliminó el adjetivo cordial en este caso. Un adjetivo en este caso es mucho.
¿Tras el viaje a la Ciudad Eterna Zapatero había decidió aparcar realmente uno de sus proyectos ideológicos estrella? Se ha puesto a recortar el gasto, va a aprobar una reforma laboral que abarata el despido. ¿Por qué no puede cambiar también en su laicismo beligerante? Es superior a sus fuerzas a juzgar por la filtración de este domingo al diario El País. El periódico de los polancos abría con el anuncio de que la ley de libertad religiosa que prepara el Gobierno va a prohibir símbolos religiosos en espacios públicos, reabrir la guerra contra el crucifijo y, en la práctica, relativizar la expresión pública del catolicismo.
Ya veremos si la ley es inminente pero lo que está claro es que Zapatero ha reabierto la guerra de la libertad religiosa para calmar a la izquierda. Le resulta más fácil convertirse al capitalismo que a un pluralismo religioso bien entendido.