Confesiones de Chávez

Agregó, durante cinco horas, anécdotas, datos biográficos, algunos ciertos, otros productos de su imaginación, numerosas referencias a Fidel Castro, de todo lo cual tiene importancia destacar ciertas referencias que contribuyen a entender la realidad. En 1994, Chávez, transcurridos dos años de su frustrado golpe militar contra un gobierno constitucional, había sido indultado por el presidente Caldera, pero seguía en actividades conspirativas. Sánchez Otero no se inhibió de contactarlo para trasmitirle los mensajes de Fidel, ya que desde que llegó al país se convirtió -según dijo- en uno de sus "principales colaboradores".
Antes del referendo revocatorio, el embajador asumió la coordinación de las misiones sociales que ordenó Fidel, con tanta eficacia que la ayuda de los médicos, deportistas y de todo el personal que arribó a Venezuela "nos permitió aplastar a la oligarquía pitiyanqui; sus consejos y orientaciones hacen de Germán un protagonista de nuestra revolución". En la perorata repitió que romperá relaciones con Colombia porque Uribe y los norteamericanos tienen decidido invadir Venezuela y que está dispuesto a repeler la agresión, conjuntamente con las fuerzas armadas de sus aliados del ALBA.
Aparentemente nada inédito, pero pocas veces se hace un reconocimiento tan expreso de la magnitud que tuvo la injerencia cubana, no sólo en la orientación, sino en la gerencia del llamado socialismo siglo XXI. Chávez dice que su proyecto y el modelo cubano responden a dos momentos históricos diferentes. "No estamos aislados, como los cubanos después de la caída de la Unión Soviética, y las estructuras y las redes del capitalismo mundial se hacen presentes, pero nosotros ponemos las reglas del juego, con supervisión y estricto control del Estado".
Para el analista John Magdaleno, no hay mucha creatividad en lo que hace Chávez, simplemente copia el modelo cubano. Basta -agrega- revisar la literatura marxista para entender el proceso de destrucción de instituciones que son reemplazadas por un Estado cada vez más burocrático-autoritario, sin pluralismo, con un líder carismático en el vértice que dirige de arriba hacia abajo y deja algunos espacios de participación para ciertos servicios y problemas comunitarios. Según el analista, las instituciones que forman valores son la escuela, las universidades, las iglesias, los medios de comunicación, el mundo cultural, la ciencia, la tecnología y la familia. "Lo que plantea en el fondo la radicalización de Chávez es que está intentando modificar los hábitos, las costumbres, las creencias y los valores de los venezolanos. Lo que está detrás es el enfoque marxista de la sociedad. El modelo cubano -afirma otro analista- explica la presencia de militares en todos los niveles de la cadena de mando a nivel horizontal y vertical. Están por todas partes, dentro y alrededor de la administración pública. "Estamos en la misma situación donde el comunismo soviético o el chino maoísta nos dejaron en el siglo pasado, esto es, una nomenclatura, de una nueva dirigencia, la detentadora del poder, en este caso mayoritariamente militar".