Con los sospechosos
Ya hace semanas que el Gobierno dispara contra la prensa anglosajona conservadora, que ha puesto a Zapatero en su punto de mira. Pero el propio presidente del Gobierno, horas antes de que el Financial Times cerrara edición, se había ocupado de confirmar esa imagen de una España que puede considerarse entre los países de la Unión Europea que más problemas dan. Zapatero el jueves participó por primera vez en el foro de Davos y no se le ocurrió otra cosa que sentarse junto a los representantes de Grecia y Letonia. Todas sus palabras sobre nuestra capacidad de cumplir quedaron amortiguadas por la foto. No puede enfadarse si el FT asegura que "después de haberse dado cuenta tarde de la severidad de la crisis y de sus efectos, España está ahora tratando de recuperar el tiempo perdido".
¿Cambio de rumbo? Los problemas para colocar la deuda en los mercados han disparado las alarmas y Zapatero parece haberse dado cuenta de que la tasa de paro, el déficit y las dudas sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones estaban poniéndonos en la picota. Había que hacer algo. Y a la carrera ha aprobado el recorte de gasto de 50.000 millones de euros y la propuesta para retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años.
Este sábado en el Comité Federal del PSOE, después de hablar durante una hora para explicar las medidas, ha escuchado no voces críticas -eso sería exagerar- sólo amagos: "yo no digo que no haya que hacerlo, pero nuestras bases no lo entienden, llevamos toda la crisis hablando de protección social y ahora esto…". La cosa no va a ir a más de momento, no hay un Nicolás Redondo Urbieta que le monte una huelga general a Zapatero. Pero es que Zapatero, aunque haya hecho un par de gestos, no es González: no habrá como hubo reconversión industrial, no habrá como hubo un cambio drástico del sistema de pensiones, no habrá tampoco una reforma laboral seria como la que necesitamos desde hace tiempo. FT y muchos otros seguirán hablando de nosotros cuando se refieran a Grecia. Con el grupo de los sospechosos.