Chávez, ante el Consejo de Seguridad
Según diarios de Bogotá, es "preocupante" la amenaza de guerra, pues sigue a los hechos de violencia de las últimas semanas y a la movilización de tropas a la frontera ordenada por Chávez. La crisis binacional está punto de ingresar en una nueva etapa, la de su internacionalización, editorializó El Tiempo. "Han sonado las campanas de alarma". El Congreso colombiano tomó en serio el asunto, y citó a varios ministros "para que informen sobre las medidas adoptadas tras los anuncios guerreristas del presidente Chávez". En sesión de carácter privado, el Congreso quiere conocer la capacidad disuasiva del país para impedir o repeler un posible ataque de Venezuela, las defensas aéreas con que cuenta Bogotá y el armamento blindado disponible ante una avanzada mecánica en La Guajira.
El Gobierno pidió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas estudiar las amenazas de Chávez, por considerarlas violatorias de la Carta de la ONU y atentatorias contra la paz en la región. La embajadora de Bogotá ante ese organismo multilateral entregó una nota diplomática al presidente del Consejo, pidiendo que todos los países miembros conozcan en detalle la situación. La nota también reseña que Caracas se ha negado a explicar el asesinato de por lo menos ocho ciudadanos colombianos en territorio venezolano.
El canciller Maduro dijo que el pedimento de elevar el caso al Consejo de Seguridad había sido minuciosamente evaluado y que no tendrá ningún efecto, "es el guión de una guerra sucia contra nuestro presidente". Prensa zuliana reportó con gráficas la movilización de tanques, carros blindados y artillería autopropulsada hacia el fuerte militar Mara, situado en la frontera con Colombia. Diarios de Bogotá afirmaron que era otra página en el expediente belicista de Chávez.
Internacionalmente las amenazas impactaron. El Congreso brasileño aplazó el debate sobre el ingreso en MERCOSUR de Venezuela, por "su actitud guerrerista". Marco Aurelio García, el principal asesor en política exterior de Lula, le expresó que convenía un pacto de no agresión y vigilancia conjunta de la frontera común, al que Brasil ayudaría con medios técnicos. Chávez rechazó la propuesta brasileña. En Madrid, ante la sugerencia de gestiones para que Rodríguez Zapatero renovara la disposición española a mediar, El País editorializó mostrando acuerdo, sin dejar de dar lectura al hecho de que "el presidente venezolano se ha pasado de la raya, prepara la guerra, acusando a Colombia de propósitos agresivos".
Chávez, en una manifestación de sus partidarios, sostuvo que las bases yanquis hacen espionaje electrónico y "planifican la manera de neutralizar nuestros aviones de combate". Analistas se preguntan si estamos ante una de las usuales tretas del presidente para distraer a la población de los graves problemas que la afectan, o ante una peligrosa realidad geoestratégica conducente a provocar un conflicto continental de grandes magnitudes.