Celebremos mientras tengamos memoria

Cultura · Jordi Molas
Me gusta 0 | 0
10 febrero 2025
Cala Vento solo hablan si tienen algo que compartir. Han sacado un nuevo disco que es nido de guitarras distorsionadas y baterías poderosas. Con Brindis celebran y brindan por todo aquello que los ha llevado a estar donde están.

Montgrí huele a la Costa Brava, a tramontana y a la contemplación de un paisaje que, a veces, es sereno y, otras, agreste y escarpado. En coherencia con ese universo geográfico, Montgrí también es una cooperativa musical que se distingue por su independencia y por su deliberado modo de hacer las cosas alejado de los cánones de la industria.

Montgrí es el sello, la casa y la cocina de Cala Vento, donde musicalmente —y profesionalmente— viven Joan y Aleix. Aleix y Joan. Un guitarrista y un batería. Y ambos, cantantes. Pero ahí también habitan Lagartija Nick, Mourn o Biznaga, y, de vez en cuando, se pasan a saludar amigos de la casa, como los hermanos García, de Ultramarinos Costa Brava. Un sitio que, como decimos en catalán, fa caliu. Que huele a hogar.

Cala Vento tiene un compromiso stajanovista con las canciones. Y si el resultado de ese compromiso da para un disco, sacan un disco. Si da para un EP, sacan un EP. Y si solo da para un single, sacan un single. Lo hacen así porque, estos enamorados del hazlo tú mismo, solo hablan si tienen algo que compartir.

Para celebrar sus diez años de carrera nos presentan Brindis, la excusa para explicarnos cómo ese paisaje sonoro un día les llevó a preguntarse ¿Podemos hacer eso que estamos escuchando? ¿Podemos hacer música?

Brindis es un disco de orígenes, pubertades y legados reconocidos. Una selección que disecciona muchos sentimientos encontrados: el amor, la soledad, el miedo al futuro o la necesidad de mantenerse firme ante las adversidades. Un disco que, como es el sello habitual de Cala Vento, es nido de guitarras distorsionadas y baterías poderosas.

Quizás Brindis no sea su mejor disco, pero, cuando brindas por algo, celebrar es lo único que importa. Y eso es lo que hacen Cala Vento con este discazo: celebrar y brindar por todo aquello que los ha llevado a estar donde están.

Brindis abre con una declaración de intenciones incontestable: Il mio canto libero (1973) del añorado Lucio Battisti. Una hermosísima canción en la que el rock, el pop y el folk se daban la mano, y a la que Joan y Aleix se han aproximado con un respeto reverencial para, poco a poco, tejer su particular sello guitarrero y rítmico. Mi canto libre se vuelve especialmente emocionante cuando recuperan una sección de metales muy cercana a la original para entretejerla con esas guitarras distorsionadas y cajas marca de la casa. Sí: Brindis empieza por todo lo alto. Y no parece casualidad que lo hagan con Battisti.

Si Mi canto libre identifica las intenciones de celebración, con Insurrección (1986) de El Último de la Fila te invitan a cerrar los ojos e imaginarte dándolo todo en los más que seguros pogos que se van a montar en su directo. Con Insurrección no hacen prisioneros: aprietan el acelerador en el primer golpe de caja y, de ahí, a fondo durante dos intensos minutos.

Tras estos dos himnos mainstream, Cala Vento se las arregla para atacar el punk de Turnstile con la melódica Underwater Boi (2021), en una enérgica reconversión: A sota aigua.

Y, tras el punk hardcore, ¿qué mejor manera de recoger el testigo que con Julieta Venegas y su maravillosa Lento (2003)? Cala Vento se aproxima con sana desfachatez a ese luminoso himno pop —a medio camino entre el electropop, el lounge y el folk que creó Venegas— para aportar su particular descarga de 10.000 voltios y —esto es lo asombroso— respetando su esencia.

Y es justo en la mitad del disco cuando Cala Vento hace cumbre. Primero, con Pau (2004) de Els Pets, en el que, animados por el propio Lluís Gavaldà —autor original de la canción—, cambiaron la letra para adecuarla a los tiempos actuales. Cala Vento, con ese Pau más maduro y quizás un poco desengañado, sale victorioso.

La segunda cumbre nos permite recordar el excelente trabajo vocal de Joan y Aleix. Y no solo por las melodías en las voces principales, sino por aquello que da densidad y profundidad a un buen tema: los coros. La magnífica versión de Grita (1996), del añorado Pau Donés, es el ejemplo perfecto. Furiosa, desesperada, urgente, necesaria.

Tras esos primeros seis temas a fondo, el disco entra en un pequeño bache que, para tranquilidad del oyente, no es nada crítico. Quizás la única pieza que pudiera parecer desenfocada en este relato es su autoversión de Estoy enamorado de ti (2016), reconvertida en Sono innamorato di te en italiano con Lecocq, la única colaboración de todo el disco.

El siguiente corte tampoco parece levantar el vuelo al mismo nivel que sus predecesoras: la versión casi electropop de Aixopluc (2013) nos dice que el viaje está a punto de llegar a su fin.

Y, como en todo viaje, el cómo lo terminas condicionará el recuerdo de lo que acabas de vivir. Si empezábamos Brindis de la mano de Battisti —probablemente, la música que escuchaban los padres de Joan y Aleix—, tiene todo el sentido del mundo terminarlo con algo relativo a la contemporaneidad de Aleix y Joan: Blueprint de Fugazi, los grandes embajadores del hazlo tú mismo. Una versión poderosa y aún más densa, si cabe, que el original.

Brindis es un disco gozoso, luminoso, energético y, como casi todo lo que hacen en Montgrí, mimado. Un disco para escucharlo en casa y botarlo en directo. Da igual la edad que tengas.


Lee también: Escuchamos pero no juzgamos


¡Sigue en X los artículos más destacados de la semana de Páginas Digital!

¡Recuerda suscribirte al boletín de Páginas Digital!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Noticias relacionadas

Encuentro con Don Quijote en París
Cultura · Antonio R. Rubio Plo | 0
He podido reflexionar sobre nuestro personaje más universal a partir de su huella en Europa. El genio literario del autor sabe combinar, a lo largo de toda la obra, la locura y la sabiduría....
23 enero 2025 | Me gusta 1
Un gladiador capaz de perdonar
Cultura · Isabella García-Ramos Herrera | 0
El 15 de noviembre se estrenó la secuela de la película memorable de Ridley Scott: Gladiator. Esta nueva entrega de la historia ocurre 16 años después de los hechos acontecidos en la primera película. En esta segunda parte, Paul Mescal entra a El Coliseo siguiendo los pasos de Russell Crowe....
28 noviembre 2024 | Me gusta 5