Berlusconi, de nuevo ante la Justicia italiana
En concreto, a Berlusconi se le acusa de haber comprado por diez millones de euros el silencio de trece chicas involucradas en el caso Ruby, y el juicio relativo a ello comenzará el próximo 5 de abril. Así, el juez le acusa ahora de haber pagado esta cantidad a este grupo de chicas para que cambiasen su versión inicial de los hechos. De esta cantidad, casi siete millones habrían ido destinados a la principal protagonista del caso, Karima El Mahroug (´Ruby robacorazones´), que los habría utilizado para todo tipo de actividades económicas como, por ejemplo, abrir un restaurante en México, lo que le permitió estar alejada durante un tiempo de la prensa italiana. Es más, la Fiscalía piensa que estos pagos se han estado realizando hasta noviembre de 2016, cuando los hechos por los que se le juzga sucedieron casi seis años y medio antes (en mayo de 2010).
Según el principal diario italiano de izquierdas, La Repubblica, todos los detalles de cómo se habían efectuado los pagos los habría aportado a la Justicia italiana un hombre llamado Giuseppe Spinelli, tesorero y uno de los hombres de máxima confianza de Berlusconi. Según Spinelli, él era quien personalmente habría pagado a las trece mujeres con el fin de comprar su silencio. Es más, se conoce el hombre de las trece personas beneficiadas: Giovanna Rigato, Elisa Toti, Aris Espinosa, Miriam Loddo, Ioana Visan, Silvia Trevaini, Ioana Claudia Amarghiolae, una de las gemelas De Vivo, Manuela Ferrera, Barbara Guerra, Alessandra Sorcinelli, Iris Berardi y Raissa Skorkina. Así, en este momento todas ellas se encuentran imputadas e investigadas por este asunto y, según las investigaciones, habrían recibido unos 2.500 euros mensuales más algunos pagos extra de Berlusconi para que dieran otra versión de lo supuestamente sucedido.
Según los abogados defensores de Silvio Berlusconi, el exPrimer Ministro italiano habría realizado los pagos como un ´acto de generosidad´ hacia el ´sufrimiento´ que habían vivido estas trece mujeres por haberse visto implicadas en el caso. Lo cierto es que, con esta nueva imputación, la carrera política de Berlusconi, que nunca parece terminar, se encuentra ante un nuevo obstáculo, obstáculo que se presenta en el peor momento posible, porque, una vez que el Tribunal Constitucional italiano dio su ´visto bueno´ a la mayor parte de la Italicum, Italia se encuentra cada vez más cerca de tener definitivamente una ley electoral con la cual celebrar nuevas elecciones generales, a pesar de lo cual hay que seguir recordando que la legislatura aún puede durar un año más. Y, además, a pesar de las muchas veces que han dado por muerto a Berlusconi, éste ha seguido reapareciendo y teniendo protagonismo en la vida política hasta el día de hoy. No debe olvidarse que en el pasado ´referendum´ del 4 de diciembre, él hizo campaña por el ´no´ frente al ´sí´ de Renzi, y al final el ´no´ ganó por abrumadora mayoría (59% frente al 41% favorable a la reforma constitucional). Cuánta influencia política le quede a Berlusconi está por ver, pero que este espinoso asunto siga vivo, en nada le favorece. Veremos al final en qué queda todo.