Benedicto XVI en México
Primero. Su carisma es la palabra, no la imagen. Habla poco y escontundente. Quien espere confeti y espejitos quedará decepcionado. Algo habráporque los mexicanos somos afectivos y los católicos, además, muy festivos. ElPapa lo agradecerá, le hará sentir muy feliz, pero no es su estilo.
Segundo. Es uno de los grandes líderes religiosos de la humanidad, no unpolítico de ocasión. Las grillas nacionales le tienen sin cuidado, lo quepudiera lastimar al Narciso que habita en el corazón de nuestros políticos. Nimodo. Su horizonte es la historia y su cometido la Iglesia en diálogo con cadapersona, con la cultura y la sociedad.
Tercero. Dos serán los mensajes más importantes, aunque puede habersorpresas. Se reunirá con los obispos de América Latina a quienes ha dadomuestras de confianza. Los resultados pastorales alcanzados desde la reunión dela Conferencia del Episcopado Latinoamericano, celebrada en el Santuario deNuestra Señora de Aparecida (Brasil, 2007), son dignos de mención y entran ensintonía con el impulso a la Nueva Evangelización. También, al pie del Cristode la Montaña, celebrará multitudinaria liturgia. Sospecho que los católicosseremos invitados a salir del anonimato vergonzante, para brindarnos a unasociedad sedienta de paz y justicia. No creo que sea un mensaje fácil deasimilar, especialmente para los laicos. Veremos.
Cuarto. La visita se realiza bajo la sombra de "Cristo Rey de la Paz", loque obedece a razones de gobierno eclesiástico y pastorales de la mayortrascendencia.
Benedicto XVI es un promotor decidido del gobierno sinodal de la Iglesia,en profunda sintonía con el Concilio Vaticano II. Así lo demuestra la confianzadepositada en el episcopado latinoamericano, los sínodos celebrados durante supontificado y el impulso dado a la colegialidad a través de las conferenciasepiscopales a diferencia de Juan Pablo II, quien tenía preferencia por laautoridad del Primado de cada país. La presencia del Papa en el Estado deGuanajuato refuerza la autoridad de la Conferencia del Episcopado Mexicano, asícomo la del Consejo Episcopal Latinoamericano. Gobierno sinodal deresponsabilidad personal. Bien lo dijo.
La columna vertebral de la teología y práctica pastoral de Ratzinger a lolargo de su vida ha sido la convicción de que la fe surge del encuentro conJesús de Nazaret, jamás de la adhesión a un programa político, filosofía ocódigo ético. Quien nos invita a fiarnos de Jesús y nos reta a ser susdiscípulos y misioneros, ahora celebrará misa con el pueblo mexicano, enpresencia del episcopado latinoamericano, al pie de uno de los santuarios másimportantes de América dedicados a Cristo Resucitado, justo el día de laencarnación de Jesucristo (fiesta de la Anunciación). La estética del mensajees contundente. Jesús es quien impulsa a la Iglesia. El origen de la pretensióncristiana es, precisamente, que Cristo es el camino, la verdad y la vida.