Bárcenas: puede haber inestabilidad

El caso Bárcenas parece ser un caso de enriquecimiento ilícito dentro de un contexto de financiación irregular de un partido político. Ello mezclado con la atribución de sobresueldos a algunos cargos de ese partido. De estos tres asuntos, el último, aunque estéticamente reprobable, no parece que sea irregular, en tanto que los otros dos pudieran derivar en sanciones penales si se obtuvieran las pruebas necesarias para ello. Por otra parte, al afectar al partido gobernante, este caso tiene una gran significación política. El principal problema a este respecto es la deslegitimación que, entre los ciudadanos, está experimentando el PP.
Dada la deslegitimación que está experimentando el PP, no cabe duda de que el caso Bárcenas puede derivar en una crisis que afecte a la estabilidad del Gobierno y, con ello, a la continuidad de su programa reformista, lo que repercutiría negativamente sobre la economía. Es pronto para valorar el alcance que puede tener todo ello, pero la crisis es potencialmente muy intensa. Su desarrollo dependerá de la habilidad del Gobierno, en especial del presidente Rajoy, para sortearla. Y, de momento, no parece que tenga aciertos en este asunto.
El periódico El Mundo actúa dentro de lo esperable en la actividad periodística, aunque le es achacable que parece dosificar la información con la que cuenta para alargar el tema. Por otra parte, algunas informaciones se presentan con una carga valorativa inadecuada.
Hay que dilucidar las responsabilidades. En el terreno penal el asunto está todavía en una fase inicial, por lo que habrá que esperar al dictamen del juez que instruye el sumario Bárcenas, lo que puede tardar meses e incluso años. En el terreno político existe también una responsabilidad de los dirigentes de PP por no haber abordado adecuadamente esta crisis, en especial por su parsimonia y por su incapacidad de dar explicaciones razonable acerca de la eventual financiación irregular de su partido.