Alemania y el futuro de Europa

Mundo · José Luis Restán
Me gusta 863
14 marzo 2016
Como se esperaba, las elecciones regionales en tres länder alemanes han supuesto un serio castigo para los partidos de la Grosse Koalition, la CDU de la canciller Merkel y el SPD. No hay duda de que ha sido la política de bienvenida hacia los refugiados la que ha terminado por pasar esta amarga factura, cuyos números más preocupantes se refieren al ascenso del populismo de derecha representado por la AfD, Alternativa para Alemania, que ha sustraído votos a los dos grandes partidos del centro. De poco han servido los llamamientos al buen sentido de tantas fuerzas vivas de la sociedad civil, incluyendo las iglesias católica y evangélica. O quizás hayan impedido que la riada fuese más allá.

Como se esperaba, las elecciones regionales en tres länder alemanes han supuesto un serio castigo para los partidos de la Grosse Koalition, la CDU de la canciller Merkel y el SPD. No hay duda de que ha sido la política de bienvenida hacia los refugiados la que ha terminado por pasar esta amarga factura, cuyos números más preocupantes se refieren al ascenso del populismo de derecha representado por la AfD, Alternativa para Alemania, que ha sustraído votos a los dos grandes partidos del centro. De poco han servido los llamamientos al buen sentido de tantas fuerzas vivas de la sociedad civil, incluyendo las iglesias católica y evangélica. O quizás hayan impedido que la riada fuese más allá.

En todo caso la situación merece un análisis más fino que los gruesos titulares de prensa. En Sajonia-Anhalt, enclavado en la zona oriental de la República, la CDU ha resistido bien. Curiosamente es en este land donde el populismo ha alcanzado su cota más alta, el 24%, pero no ha sido a costa de los democristianos sino de la izquierda y los socialdemócratas, que pierden 7 y 9,5 puntos respectivamente. Esto demuestra que el fenómeno populista (como sucede en Francia con el Frente Nacional) no bebe exclusiva ni prioritariamente en las fuentes del centro-derecha clásico, sino que es un fenómeno de malestar transversal respecto del sistema.

En Baden-Württenberg, territorio tradicionalmente conservador, el fenómeno es diferente. Allí se alzan con el triunfo Los Verdes, gracias a un candidato moderado como Winfried Krestschmann, que precisamente había apoyado la política de Merkel hacia los refugiados. Paradojas de la política. En Renania-Palatinado la CDU y el SPD resisten bastante bien, aunque también entra la AfD con un nada despreciable 10,2% del voto.

Tiene razón el líder del SPD, Sigmar Gabriel, al decir que “Alemania necesita un gran y amplio centro democrático”. Tiene razón pero no es suficiente, porque la protesta anti-todo (anti-Europa, anti-refugiados, anti-Berlín) ha encontrado una grieta demasiado grande y no bastan las buenas palabras. La CDU y el SPD atesoran importantes méritos: una reforma valiente y pactada del sistema de bienestar, una sabia política de apoyo a la familia y un liderazgo europeo que ha dado seguridad y estabilidad al continente. Pero los hechos están ahí. Como sucede en toda Europa, es preciso que los políticos se fajen también en la batalla cultural y bajen a la calle para conectar con una sociedad asustada y confusa, que ve a sus políticos (incluso si ofrecen resultados más que aceptables) a una distancia sideral de sus problemas. Merkel ha tenido la inusual valentía de entrar en este debate, pero no ha bastado, y ahora deberá hacerlo en un marco de inestabilidad política y de oscuros nubarrones cara a las elecciones legislativas de 2017.

Es pronto para saber si la subida de la AfD es un fenómeno de efervescencia pasajera o si ha llegado para quedarse. Pero contemplando la historia, con todas las salvedades y cautelas necesarias, se comprende la preocupación. Más aún cuando el fenómeno viene acompañado de un contexto de violencia en las calles y de un discurso que postula una Alemania ensimismada y desentendida de los problemas de Europa y del mundo. Veremos qué sucede, porque existe un fondo de sensatez, memoria y tradición en la sociedad alemana que no deberíamos despreciar sin más.

Por lo demás, los resultados de este domingo en Alemania nos afectan a todos, pero también tienen que ver con lo que pasa en los países vecinos. En buena medida las dificultades de Berlín para dar una respuesta razonable y humanista al problema de los refugiados están relacionadas con la cerrilidad y egoísmo de muchos de sus socios europeos, empeñados en rechazar la cuota de responsabilidad que les correspondería dentro de esta aventura común. Alemania ha sido un centro de gravedad fiable para esa aventura, pero no sabemos si lo seguirá siendo en el futuro. Es curioso, algunos lanzan ríos de tinta amarga contra Ángela Merkel desde la derecha, acusándola de buenismo suicida, y de haber propiciado este destrozo. Naturalmente, no suelen decirnos qué política habrían recomendado para afrontar la avalancha de los perseguidos y humillados, más allá de los alambres de espino y las redadas. Puede que Merkel y Gabriel se la hayan jugado (en todo caso habría sido por una buena causa), pero si finalmente son derribados habrá motivos para preocuparse. Como si tuviéramos pocos.

Noticias relacionadas

Entendiendo a mi amigo populista
Mundo · Juan Carlos Hernández | 0
La criminalización del votante populista, sea de un signo u otro, es el mejor modo de que sigan aumentando. Es necesaria la crítica hacia los populismos, pero tan necesario o más es, entender por qué surgen....
31 octubre 2025 | Me gusta 0
Un cordón de seguridad americano en torno a Netanyahu
Mundo · Claudio Fontana | 0
El alto el fuego en Gaza se ha visto comprometido constantemente. La administración Trump ha invertido su capital político en el plan de paz y, por eso, necesita establecer un «cordón de seguridad» alrededor de Netanyahu y su Gobierno....
29 octubre 2025 | Me gusta 0
Sandra y el gusto por la vida
Mundo · C. M. | 1
¿De qué nos sirve que nuestros chicos sepan dos idiomas, sean los más preparados de nuestra historia si para Sandra y para muchos como Sandra la vida se les hace insoportable?...
23 octubre 2025 | Me gusta 1
¿Pero realmente estamos ante a una nueva Yalta en Oriente Medio?
Mundo · Claudio Fontana | 0
Ni Benjamín Netanyahu, ni el líder de Hamás, Jalil al-Hayya, parecen dispuestos a hacer los sacrificios necesarios para una paz duradera. Además, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes no han firmado la Declaración de Trump para una paz y una prosperidad duraderas. ...
21 octubre 2025 | Me gusta 0