Ahora o nunca
La directora María Ripoll, alejada de las tesis ideológicas de sus compañeros de profesión, ofrece un cine fresco, diferente y entretenido como ha demostrado con notables producciones como Lluvia en los zapatos o la reciente, y con valores, Rastros de sándalo. En esta ocasión ha optado por una comedia protagonizada por dos actores como Dani Rovira y María Valverde. No obstante, aunque le podemos dar un aprobado, este trabajo está muy por debajo del nivel de la cineasta. Para prepararse el papel, la citada actriz estuvo viendo La cosa más dulce y La boda de mi mejor amigo, mientras que Rovira se inspiró en el inolvidable Peter Sellers.
Después de 10 años de noviazgo, Alex y Eva toman la decisión de casarse en el lugar donde se conocieron, un pueblecito de la campiña inglesa. Sin embargo, no todo sale como ellos pensaban porque los últimos días antes del esperado evento se convierten en una odisea.
Ahora o nunca recuerda a Confidencias a medianoche por sus encuentros telefónicos, acuérdense de esas chispeantes conversaciones entre Doris Day y Rock Hudson, siendo una mezcla entre comedia romántica y gamberra. Por lo visto, ambos intérpretes apenas coinciden en pantalla. Todo transcurre a base de llamadas telefónicas. Por eso María Valverde explicó lo siguiente a Fotogramas: “En una relación es mucho más fácil crearla mirándose a los ojos que por teléfono. Por eso era importante que, en las llamadas, estuviéramos presentes los dos, dándonos la réplica”. Esta comedia presenta escenas realmente divertidas. Al mismo tiempo nos encontramos otras escenas que se alargan innecesariamente y no son todo lo graciosas que debieran. Por otra parte, utiliza un lenguaje, en un par de ocasiones, que puede ofender a las creencias de la personas.
El largometraje expresa el sentir de la juventud actual desencantada de las relaciones de pareja. En contraposición con lo negativo, destacamos la forma de pensar del protagonista, al que apodan el “planes”, transmite la idea, a lo mejor sin ser consciente, de la necesidad de tener un proyecto de vida, que no es que esté desarrollado en profundidad, pero el hecho de que quiera planificar cómo le gustaría que fuese su vida, ya es un paso de cierta importancia.