A tiempo de evitar la debacle
Las once jornadas de liga que restan para finalizar el campeonato se muestran para el F. C. Barcelona como semanas que definirán algo más que un año. Un periodo de la historia que parece estar pronto a punto de caducar. La semana en que Puyol dice adiós, los azulgranas volvieron a mostrar una imagen pobre y apática que trasciende más allá de los puntos que distan del líder.
En el año en que el desconocido Tata Martino llegó a Barcelona para significar una transición definitiva, apareció Neymar para ser más una dificultad que un bien para la entidad. Lo cierto es que todo juega. El paso del tiempo, la lesión de Messi, las rotaciones y la falta de verdad en el caso Neymar con el padre del chaval como protagonista son datos que nos aproximan a la realidad actual del club catalán.
Pero esto no puede acabar así. El dato más esperanzador es el tiempo. Quedan meses de competición y días para recuperar la moral y la mejor versión de los jugadores. Empezando por Xavi, quien vive la temporada más irregular desde que se hizo dueño del balón en el Barça. Algo similar ocurre con Iniesta y Messi. Martino habló de falta de ideas, también se necesita dibujo. Leo necesita de una referencia para moverse sin necesidad de caer a la mediapunta a recibir el balón. Ahí será decisivo Cesc. También Pedrito. El canario no entiende de crisis o fin de ciclo.
Para recuperar a Neymar serán necesarias tantas cosas… Desde sus propios compañeros que habrán mirado con recelo toda la realidad encubierta detrás de su fichaje. Su valor real, el sueldo, la figura de su padre no han debido sentar nada bien en el seno de la plantilla.
En tiempos de apatía y dejadez, toca recurrir a la mejor retórica para persuadir. Convencer de que todavía es posible hacer algo grande en la presente campaña. Tocará un largo tiempo de reflexión en verano para la recomposición de una plantilla que quedará mermada de algunos de sus estandartes más preciados.