Excursión dentro de la filosofía

Quedarse a solas por un rato significaba enfrentarse a su propia nada.

Y respirar.

Mirarla y ver que ella no era el fin de la vida, sino un medio para llegar al fin: la Belleza. Amarla así.

No lograba conciliar el sueño.

Cogió un libro de poemas de su mujer. ´R. Tagore´, leyó. Hojearlo lo despertó aún más. Lo puso a su lado y se volvió a preguntar quién era él.

También se preguntó qué relación, de haberla, existía entre su ser y la luz que invadía la habitación en plena noche, venciendo a la oscuridad.