Invictus
La trama gira en torno al mundial de rugby de 1995, que se celebró en Sudáfrica. El equipo nacional no tenía ninguna posibilidad, pero el recién elegido presidente Mandela se da cuenta de que sería muy bueno para la situación interna del país que el equipo obtuviera buenos resultados. Sin embargo, hay un inconveniente: ese equipo ha sido tradicionalmente símbolo blanco del apartheid. Mandela tendrá que creer firmemente en el poder del perdón y de la reconciliación para apoyar públicamente al equipo, contra la opinión de sus seguidores.
Invictus, siendo buena, queda muy por debajo de Gran Torino a causa del guión. Es como si se hubiera rodado la primera versión del mismo, dando un resultado demasiado obvio, excesivamente didáctico, y en ocasiones elemental. Aun así, agrada el sabor capriano de la película, su antropología positiva y la cada vez más elocuente defensa de Eastwood de la religiosidad cristiana. En este sentido son muy significativas las letras de las canciones que se escuchan en el film.