El testimonio de una enferma de SIDA ugandesa es seguido por 14.000 personas en el Meeting de Rímini
"No podía trabajar y todos los amigos se habían marchado -cuenta Aryenyo-. Entonces me encontré con la gente del Meeting Point, con Rose Busingye, una enfermera que desde hace años se ocupa de mujeres enfermas de SIDA. Me ayudaron a entender que la vida se puede seguir viviendo con intensidad y alegría hasta el último momento soportando la compañía del virus". Aryenyo explica que el cambio se produjo gracias a la ayuda de los voluntarios del Meeting Point, que le decían que la vida tiene un valor más grande que la enfermedad. "La fuerza la encontraba -cuenta esta enferma de SIDA- en la mirada. Me preguntaba: si Rose me mira así, ¿cómo será la mirada de Dios? Después me di cuenta de que en el rostro de Rose estaba viendo el rostro de Dios". "Si no habéis visto nunca un milagro, aquí estoy", con estas palabras concluyó Aryenyo.
La ONG Meeting Point ha atendido desde su creación 2.000 mujeres enfermas de SIDA y ha acogido a 2.000 huérfanos provocados por la enfermedad. La presidenta del Meeting de Rímini, Emilia Guarnieri, comentado esta intervención, ha asegurado: "Nos hemos sentido provocados por el testimonio de nuestros invitados. Un testimonio como el de Aryenyo hace evidente que el protagonismo en la vida nace cuando se reconoce un sentido. Con testimonios como éstos nos sentimos más protagonistas. Hemos visto que se puede vivir con un sentido y que se puede caminar con personas de diferentes culturas".
Rose Busingye y el Meeting Point son los protagonistas de un documental dirigido por Emmanuel Exitu con el título Greater-sconfiggere l Aids, en el que se cuenta la vida de los niños y de las mujeres que conviven con el virus. El documental se ha proyectado en el Meeting de Rímini. Su director ha asegurado que su deseo era "contar la esperanza. Hay que ir al encuentro de quien cambia el mundo, de quien no tiene miedo del mal y lo afronta".