El imprevisible instante

España en crecimiento

España · Lucas de Haro
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28 septiembre 2012
¿Qué tienen que ver la subsidiariedad y la solidaridad con la crisis económica? O mejor dicho, ¿con el crecimiento económico? ¿Qué relación podría existir entre estos dos pilares de la Doctrina Social de la Iglesia y la economía real y productiva de nuestro país?

El pasado mes de agosto, la trigésimotercera edición del Meeting de Rímini albergó la exposición: ///http://www.meetingrimini.org/eng/default.asp?id=846&item=5440///"El imprevisible instante.Jóvenes por el crecimiento"///. Se trataba de un recorrido particular yarriesgado: tres salas – con una realista puesta en escena – invitaban al visitantea conocer los problemas endémicos que arrastran la educación secundaria, la Universidady el mundo laboral. Cada sección arrancaba con un bombardeo de datos: fracaso educativo,jóvenes sin escolarizar, defecto de becas y ayudas, recortes, masificación en lasaulas, falta de integración en el mercado laboral, ausencia de programas deincentivación al estudio y el trabajo…, en resumidas cuentas, una descripciónmás que conocida de muchos países europeos aunque el análisis se hiciese paraItalia.

Los organizadores de "El imprevisible instante" desarmaban elataque desolador de los datos con la chispa creativa e irreductible de ciertaspersonas: del grupo de estudiantes paradigma de fracaso escolar que seapasionan por la poesía porque una profesora se juega toda su libertad ycapacidad educativa ante ellos, de los universitarios que finalizan susestudios en países de los 5 continentes porque han encontrado un maestro queles ha marcado el mundo como horizonte mínimo de vida, o de los amigos que dancrédito a su ímpetu emprendedor e inventan nuevas empresas para cubrirnecesidades que las grandes multinacionales no han detectado o no han sabidoatender.

Pero, ¿es suficiente hablar de lacreatividad irreductible del hombre frente a una crisis que está llenando loscomedores de Cáritas, que está devolviendo a los emigrantes a sus países, que nosestá empobreciendo a todos, que está poniendo en peligro el Estado deBienestar, que va camino de durar ya un lustro? ¿No se trata de una ingenuidadépica o algo romántica porque ya no sabemos qué más análisis o teoríasexplicativas mascullar para aportar algo nuevo en esto de la crisis? Nosencontramos, sin lugar a dudas, ante preguntas lógicas y comprensibles, peroquizá no del todo legítimas y justas. Hace unos días, releía – en calidad deespañol en 2012 – el recorrido que proponía la exposición de referencia y hacíaanotaciones en los márgenes; pasado a limpio y sintetizado, el resultado es elsiguiente:

– La crisis existe desde hace variosaños y todos conocemos sus consecuencias devastadoras.

– La globalización y el crecimientode los países emergentes, con sus diferentes particularidades, han disminuidola cuota en la producción mundial de los países desarrollados que, enconsecuencia,  están obligados a revisar- o reinventar – sus modelos productivos si no quieren convertirse en lasfuturas naciones pobres.

– Los mecanismos de financiación,necesarios para el desarrollo económico y social, fueron fagocitados por laseconomías especulativas, corrompiendo la naturaleza de bancos, cajas de ahorroy montes de piedad que ahora – mientras intentan cuadrar sus balances y recuperarla confianza de mercados y clientes – no consiguen cumplir con una de susmisiones esenciales: prestar dinero a las personas que lo necesitan y a las iniciativasproductivas.

– El Estado de Bienestar, articuladocomo el derecho universal a determinados servicios con la AdministraciónPública como único garante político y económico, está herido gravemente porquelas arcas municipales, provinciales, autonómicas, nacionales y multilateralesestán vacías y se piden dinero entre ellas. La falta de flexibilidad de las administracionespara entender las singularidades de los diferentes ciudadanos, la confusiónentre igualdad e igualitarismo y la ausencia de colaboración público-privada hanconvertido los sistemas gubernamentales en inadmisiblemente ineficientes.

– Entonces, ¿de qué se trata? Lasreformas efectivas, consensuadas y duraderas son, sin duda, condición necesariapara este cambio radical – en naturaleza y esencia – que necesitan nuestraseconomías.

– ¿Y la condición suficiente?Promover y desencadenar la creatividad, el deseo y la capacidad de iniciativade forma que estos vectores converjan en el motor de desarrollo de nuestro paísy de un equilibrio social más justo.

Si algún lector ha llegado hastaaquí, le quedará pendiente entender de qué va eso de los pilares de la DoctrinaSocial de la Iglesia que se decía más arriba. Como muchas veces nos hanenseñado, transformemos los sustantivos en adjetivos para poder conocer deverdad lo que significan. Es una actitud plenamente subsidiaria la de personasy familias  que arriesgan su tiempo ydinero para construir una iniciativa propia – también empresarial – sin esperara que la Administración responda a sus problemas e inquietudes. Conocemosmuchas de esas iniciativas, nacidas con una vocación de crecimiento razonable ysostenido – resultando en muchos casos, además, rápido -, con una producciónreal y no esencialmente especulativa que generan, sin duda, un gran bien paratoda la sociedad; se trata, por tanto, de iniciativas solidarias aunque no loponga en sus etiquetas.    

Nos proponemos publicar algunasentrevistas que pongan de manifiesto este ímpetu creativo y responsable quehace que una familia, un grupo de amigos o pequeños empresarios den un pasoadelante, arriesguen y se decidan a levantar un nuevo negocio o compañía.Intentaremos evitar poner en la picota "al empresario del mes" o convertir en modeloa una determinada pyme, tampoco se trata de publicitar a la sociedad más cercanaa una cierta ideología o creencia, sino de privilegiar aquellas personas que – conscientesde su unicidad y grandeza irreductibles- se mueven guiadas por un deseo infinitode construir y poner en marcha empresas que generen un bien para ellos y para nuestrasociedad. Personas que han dado crédito, en un imprevisible instante, a una

intuición que, sumada a la de muchosotros, custodiándolas y trabajándolas en el tiempo, son y serán la semilla delcrecimiento de España.

 

Próximamente: Crepas Watches.

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