Siria no protege a los cristianos
Las autoridades del Medio Oriente temen que la caídade Assad favorezca al fundamentalismo islámico. ¿Es un temor infundado?
No, y, de hecho, el Papa alejó cualquier equívoco. EnSiria, detrás de la fachada de la protección de las minorías, hay un régimenpoliciaco que logró penetrar en muchas instituciones religiosas cristianas ymusulmanas. No han sido suficientes los 40 mil muertos, las dos millones ymedio de casas destruidas y los 400 mil expatriados para que intervenga lacomunidad internacional. Las iniciativas de la ONU y de la Liga Árabefracasaron por culpa de Assad. ¿Cuánto tendremos que seguir soportando parasuperar los vetos de Rusia y China? Las bombas de estos meses han caído porigual sobre mezquitas e iglesias, sobre cristianos y musulmanes. El 10 de abrilde 2011 me arrestaron y en la cárcel había decenas y decenas de jóvenes,cristianos como yo. Lo que hemos escuchado en boca de Benedicto XVI no lo hemosescuchado de ninguna otra autoridad religiosa del Medio Oriente.
¿Por qué son "históricas" las palabras del Papa sobreSiria?
El Papa dijo que la "primavera árabe" es una búsquedade dignidad y libertad por parte de los pueblos árabes y dijo que loscristianos no deben abandonar sus países de origen, porque forman parte deellos y no son huéspedes, por lo que deben perseguir con los demás la libertady la democracia. Por ello su visita fue un apoyo a nuestra causa y a la causade la libertad. Los cristianos no necesitan que Assad les proteja, porque son"copropietarios" del país como los demás sirios. Puedo decir que estoyorgulloso de ser cristiano después de haber escuchado una verdadera vozcristiana.
¿Es posible la reconciliación que plantean los líderesreligiosos cristianos en Siria y en los países vecinos?
No puede haber reconciliación con un régimen que mataa su pueblo. Si Assad se va, entonces nos reconciliaremos. La verdaderareconciliación en la que debemos trabajar es entre los sectores de la sociedadque se han dividido en estos años por culpa del régimen. No queremos venganza,pero debemos cambiar página. Queremos tranquilizar a la Santa Sede con respectoal cambio en Medio Oriente; al contrario de lo que se dice, no implica ningúnpeligro para los cristianos ni una islamización. El peligro, tanto para loscristianos como para los de las demás confesiones, son los regímenesdictatoriales. Nos ha desilusionado la comunidad internacional. La actitud deRusia y China ha bloqueado cualquier solución pacífica. Los sirios se quedaronsolos bajo los bombardeos, los cañonazos y los misiles. Ninguno ha abandonadola revolución y nadie impondrá al pueblo sirio que renuncie a su libertad.
Se habla de milicias islamistas en el país…
Entre los combatientes que militan en el EjércitoLibre o en otros grupos armados en contra del régimen hay milicianosextranjeros y fundamentalistas, pero su impacto es mínimo. Hablemos de losnúmeros, por ejemplo, de Aleppo. En Aleppo contamos con 70 mil combatientes. Deellos, 150 son extranjeros, de países como Libia o Arabia Saudita, además dealgunas unidades (que no llegan ni a diez) de personas que no son ni siquieraárabes. Estamos seguros de que, así como han venido, se irán cuando la guerratermine. Estamos muy tranquilos al respecto, porque al Qaeda o los yihadistasno tienen ningún arraigo en nuestra sociedad, entre los musulmanes de Siria.Por lo demás, la intervención para apoyar la revuelta de algunas organizacionesfundamentalistas islámicas es la consecuencia del alargarse de la guerra y delsilencio de la comunidad internacional (después de meses de bombardeosindiscriminados contra nuestras ciudades y de la ausencia de una participaciónde la comunidad internacional). Hay organizaciones que se sintieron obligadas aayudar, y entre ellas habrá incluso algunas que pertenezcan a la galaxia delllamado fundamentalismo islámico.