Giro en el caso Rimsha
No hay ningún acuerdo ni sobre su edadni, mucho menos, sobre su salud mental: Rimsha Masih, fue arrestada en Pakistána finales de agosto, por haber quemado algunas páginas de un libro paraaprender a leer el Corán. Según su familia tiene 11 años; según la policía, 16.
Todos los aspectos en el caso de la última víctima de la controvertidaley sobre la blasfemia de Pakistán, que se usa para atacar indiscriminadamentea las minorías religiosas del país musulmán, son vagos y contradictorios.Rimsha tendría síndrome de Down y no sería ni siquiera capaz de escribir ni deleer, como no deja de repetir el cardenal Jean-Luis Tauran, presidente delPontificio Consejo para el diálogo interreligioso. En cambio, Hafiz MohamedKhalid Chishti, imán de la mezquita más cercana a la casa de Rimsha, en laperiferia de Islamabad, afirma que es una «chica normal, y que no tieneproblemas de salud mental».
Un tribunal ha dispuesto que una comisión médica estudie lascondiciones de salud de la chica, empezando por su edad. Pero son muchos losque dudan que el veredicto sea objetivo en una historia que ha tenido eco anivel internacional y que se podría convertir en un nuevo "caso Asia Bibi", lamujer cristiana condenada a muerte por blasfemia y que está en la cárcel desdehace tres años, esperando la ejecución de la sentencia.
Justamente cuando la situación de la niña parecía complicarse todavíamás, surgió el testimonio de un religioso, Hafiz Mohammad Zubair, en el que seacusa al Imán Jadoon de haber añadido algunas páginas del libro para aprender arecitar el Corán a las que habría quemado la niña. Las páginas añadidas lashabría adrquirido el Imán gracias a un habitante musulmán de la población deMahrabadi.
Este testimonio fue confirmado por otros dos testigos musulmanes,según lo que indicó a la agencia ANSA el mismo Zubair. «Junto con otras dospersonas -dijo-, traté inútilmente de impedir al Imán que manipulara laspruebas añadiendo otras páginas a las que había consumido el fuego. Por ellopuedo decir que "también él se manchó con el delito de la blasfemia"».
«Yo no me encuentro aquí para decir queRimsha Masih no quemó las páginas, porque hay testigos que la vieron, pero deboinsistir en que el Imán manipuló las pruebas -explicó».
Al conocer esta nueva información,el presidente del Consejo de los Ulema de Pakistán, Tharir Ashrafi, pidió quetodos colaboren para que haya un justo castigo para Jadoon en el Tribunal ysolicitó que el presidente Asif Alí Zardi haga que se libere inmediatamente aRimsha y que garantice su seguridad.
Mientras tanto, en Islamabad seha fijado una nueva audiencia en la que se podría otorgar la libertad bajofianza a la niña.