El poder indolentemente detentado

Van quedando atrás los graves daños ocasionados por Sánchez, como el de la inconstitucionalidad del Real Decreto Ley del estado de alarma, en aquel tiempo crítico de la pandemia por covid, aprovechándose de la pandemia en flagrante abuso de poder.

También quedaron atrás otros Decretos Ley devenidos inconstitucionales por su culpa. Pero que se hayan quedado atrás no significaron una excepción, sino que se ha confirmado un estilo de gobierno opaco y depredador del arte ético de la política. En efecto, el iter del gobierno habría de oscurecerse aún más, túnel tras túnel, con el paso del tiempo. Un camino que viene siendo desde el principio una distopía que parece diseñada desde la “antiespaña” más profunda, sofisticada y disfrazada de buenos gestos, inmaculado traje azul con corbata a juego, sonrisa electoral, inflexiones estudiadas de voz (pero sin preguntas periodísticas), un fraudulento CIS, y unas instituciones del Estado mayormente colonizadas. Un camino que no es precisamente de luz, gracia y purificador, como el Camino de Santiago; sino un camino antitético de corrupción, que va dejando mal parada la Constitución, al hacer concesiones legalmente “sacrílegas”, para mantenerse en el poder.

Cuando el 16 de noviembre de 2023, Sánchez fue investido Presidente del Gobierno, sin haber ganado las elecciones, tras un acuerdo de gobierno entre el psoe y sumar y el apoyo de los partidos separatistas, aún no podía hablarse con propiedad de una configuración ilegítima del Poder Ejecutivo. Pero progresivamente, la detentación del poder se ha convertido en realidad. Enseguida se reveló con claridad que los pactos con los partidos separatistas, no habían sido prometidos por el psoe en la campaña electoral (como licencia de autor, escribo con minúsculas todos los partidos que coadyuvan a la detentación del poder, como daño irreparable al Estado de Derecho). Y aún más grave, aquellos pactos y su ejecución fueron revelándose golpes bajos contra la Constitución. El más duro, la Ley Orgánica de Amnistía 1/2024, una Ley redactada a dos manos, por los beneficiarios golpistas y por los escribanos de Sánchez. Analizando la gigantesca tela de araña que se ha ido tejiendo en torno a la Moncloa, en claves de corrupción de su entorno político y personal, y de las diferentes leyes lesivas a una verdadera democracia, hoy puede decirse que la débil ostentación de legitimidad se ha transformado en una oscura detentación de Poder. Según la Real Academia, detentar es: “retener y ejercer ilegítimamente algún poder o cargo público”. Y al que detenta un Poder así viciado se le llama detentador y se convierte en autócrata o dictador. Consecuentemente, Sánchez tendría que dimitir indefectiblemente si aún le quedara un mínimo de honorabilidad. Y si ningún atisbo de ésta virtud se encuentra en su personalidad de cubo de rubik, deberían activarse todos los resortes del Estado que aún no controla, y de la Sociedad Civil, para detener su huida suicida hacia adelante. Pero Sánchez se bunkeriza en el poder, pasando de una frágil legitimación anterior a una detentación sin ambages, jugando sus cartas con inusitada indolencia, cual lo haría un frío jugador de pocker del lejano oeste.

Un primer pilar del puente que lleva la ostentación del poder a la detentación más antidemocrática, lo levanta Sánchez al firmar un acuerdo con Puigdemont, en el que apoderó al secretario de organización, Cerdán. Un segundo pilar lo erige Sánchez al reunirse con una condenada de bildu por enaltecimiento del terrorismo, para pactar el acuerdo con Otegui de cara a la última investidura; cosa fácil porque ya antes él y Cerdán se habían reunido con Otegui, para asegurarse sus votos para la siniestra moción de censura de 2018 (diario el Periódico, 26-11-2025). Pilar relevante en ese puente hacia el precipicio y la detentación, fue conceder la amnistía a los separatistas condenados por el Tribunal Supremo (T.S), después de que Sánchez y su guarda pretoriana “jurara y perjurara”, una y mil veces, que nunca lo harían porque la Constitución lo impedía; una vergonzosa concesión al suponer esencialmente una autoamnistía de los golpistas condenados, y más odiosa aún por cuanto ya se les había otorgado el indulto. Pilares relevantes en la involución hacia la detentación del poder ejecutivo, han sido los procesamientos de la esposa y el hermano de Sánchez, imputados por varios delitos. Ninguno de ellos se hubiera podido cometer si hubiera mostrado la honestidad que se atribuye a sí mismo. También la entrada en prisión (hoy en libertad condicional) del siguiente secretario de organización del psoe, Cerdán, recambio de su homólogo antecesor, Ábalos, cimenta la detentación del poder.

Piedra angular para la actual detentación del poder, ha sido la condena del Fiscal General del Estado por parte del T.S, por revelación de datos reservados, haciendo creíble que más que el Fiscal General del Estado, era el del gobierno: “De quien depende…, pue eso”.

Asimismo, han configurado el estado de detentación del poder, la entrada en Prisión preventiva de Koldo y de Ábalos por claros indicios de delitos de corrupción. Ábalos, ya había sido nombrado, tiempo atrás, secretario de organización del psoe y Ministro de Fomento por Sánchez, como pago de su esencial ayuda en la escalada al poder desde su oscura victoria en las primarias a secretario general del partido; en una campaña que estuvo financiada a través de una fundación fraudulenta, respaldada en los negocios sórdidos de su suegro y sembrada de dudas sobre la transparencia del proceso electoral. Finalmente, apuntan a la detentación del poder, la reciente derrota en el Congreso de la senda de gasto, paso previo a la aprobación del presupuesto general del estado para 2026, con la gravedad de que ya es el tercer año consecutivo sin aprobarse la Ley de Presupuestos, la más importante de las legislaturas, incumpliendo, sin ningún respeto, el Art. 134 C.E. Sánchez está sin mayoría en el Congreso de forma irreversible, conocida la firme determinación del partido separatista junts, de no aprobarle ley alguna. Ya no tiene la mayoría parlamentaria que antes conseguía sin ética política alguna -apoyándose en bildu y en los separatismos destructores del sistema constitucional con concesiones lacerantes-, sino que tiene el Congreso literalmente muerto, como secuestrado, vacio de contenido y sufragado inútilmente a costa del erario público. Lo que da vida a la democracia y fundamenta las elecciones y la soberanía del pueblo, está en encefalograma plano. Y puesto que, en el Senado, desde las elecciones del 2023, Sánchez está en absoluta minoría, resulta que la iniciativa legislativa es quimera, una legislatura pues no ya agonizante sino muerta.

La conclusión de este silogismo político es que Sánchez ejerce un poder vacio y sin esperanza, todo lo cual conduce a la afirmación de cabecera: Sánchez, como cualquier otro autócrata o dictador al uso, detenta el poder.

En su discurso de la internacional socialista reunida en Malta, coincidiendo con el black friday, Sánchez dijo que los conservadores viven en un viernes negro permanente, como método político. Un chascarrillo típico de él para ocultar su acorralamiento por corrupción y su permanente derrota parlamentaria. Es bochornoso apreciar a que nivel de ética política funciona la internacional socialista, cuando mantiene en su presidencia al político más refractario a la palabra y a la verdad, asediado por la corrupción y cuyo currículum político personal lo contrapone nítidamente a la democracia. Porque cuando alguien viene de donde viene y carece de principios, se encuentra frontalmente con la máxima de Edmund Burke:

“Cuanto mayor es el poder, más peligroso es el abuso”.

• Juan A. Pérez Morala es Comandante del E.A (en retiro), exabogado y Doctor en Derecho

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