Todos los días de mi vida
El director televisivo Michael Sucsy debuta en el largometraje de ficción con este drama romántico escrito por Stuart Sender e inspirado en hechos reales. El formato es muy clásico, de fórmulas previsibles, pero con un guión bien trabado, unas interpretaciones brillantes, y con un conseguido tono que ni cae en el melodrama ni en la comedia tonta. Entre Rachel McAdams y Channing Tatum hay mucha química, y Jessica Lange y Sam Neill son dos secundarios de lujo.
La película es un férreo homenaje al amor de pareja, capaz de renuncia y sacrificio por el bien del otro, pero también es un canto al perdón y a la importancia de los vínculos familiares. Aunque se trató un tema parecido en 50 primeras citas, ésta es incomparablemente mejor, más profunda, interesante y nada frívola. De hecho, es casi una película familiar.