En Cisjordania guerra también contra los olivos

Como informa, entre otros, Middle East Eye citando un documento de las Naciones Unidas, en la primera mitad de 2025 se produjeron 757 ataques de colonos contra palestinos de Cisjordania y sus propiedades. Y, como cada año, estas operaciones se intensifican en otoño, la temporada de la cosecha de la aceituna, cuando se atacan especialmente los árboles y las tierras, una de las principales fuentes de sustento de los palestinos. De hecho, los olivos cubren alrededor del 50 % de la tierra cultivable de los territorios ocupados, contribuyen con aproximadamente el 8 % de su producto interior bruto y garantizan ingresos a unos 100 000 habitantes de Cisjordania. Atacar este sector es, por lo tanto, una forma, según Middle East Eye, de «empujar a las comunidades a abandonar la tierra mediante la intimidación». Además de la dimensión económica, los olivos desempeñan una importante función cultural, ya que simbolizan el vínculo entre los palestinos y su tierra.
Solo en la primera semana de octubre se produjeron 158 ataques en toda Cisjordania, mientras que en las dos primeras semanas de la cosecha las agresiones aumentaron un 13 % con respecto al año anterior, según Reuters, que recoge datos facilitados respectivamente por la Comisión de Resistencia al Muro y la Colonización de la Autoridad Nacional Palestina y la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en los Territorios Palestinos Ocupados.
Gaza también era una tierra de olivares. Según una evaluación de la FAO realizada a partir de imágenes satelitales, la guerra ha destruido el 98,5 % de las tierras cultivables de la Franja. A esto se suma la estimación del jefe del Consejo Palestino del Olivo, Fayyad Fayyad, quien, consultado por Drop Site, habla de más de un millón de olivos destruidos.
En Cisjordania, los ataques de los colonos a las tierras palestinas se producen con la complicidad del ejército israelí, que debería proteger la cosecha de aceitunas. En Turmus Ayya, una ciudad de la gobernación de Ramala, los militares intervinieron para dispersar a los agricultores palestinos después de que los colonos «llegaran al lugar», según escribió Haaretz.
La colusión entre el ejército y los colonos es el tema central de un reportaje publicado el 27 de octubre por la plataforma israelo-palestina +972Magazine y dedicado a la denominada «Zona de tiro 918», un espacio en la gobernación de Hebrón reservado para maniobras militares y, por lo tanto, teóricamente inaccesible tanto para palestinos como para israelíes, pero donde, en realidad, los asentamientos avanzan sistemáticamente. Y no es casualidad, porque según la revista, el verdadero objetivo de esta zona es precisamente permitir una expansión progresiva de los asentamientos. Para respaldar esta tesis, el autor del reportaje cita las palabras pronunciadas en 1979 por el entonces ministro de Agricultura, Ariel Sharon, quien dijo que «las zonas de tiro se crearon con un único propósito: como reservas de tierra para los asentamientos». El esquema de la «zona de tiro 918» se repite, por otra parte, en toda Cisjordania, como afirmó a +972 Magazine Kerem Navot, una organización que supervisa y documenta el avance de los asentamientos. El prototipo de este mecanismo es «la zona de tiro 904A cerca de Nablus […], de la que los colonos se han ido apoderando progresivamente desde finales de los años 90. Al ritmo actual —observa la organización—, un destino similar espera a los palestinos que aún viven en la zona de tiro 918».
- Artículo publicado en Oasis
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