El trono y el altar

Ni siquiera en lo más duro del comunismo habían tenido esos números se afirmaba en el artículo. La hipótesis explicativa del artículo está en la alianza entre la Iglesia polaca y el partido Ley y Justicia (PiS). Dicho en otras palabras, en poner más la esperanza en el poder que en la gracia. Según el artículo los jóvenes polacos estaban enfadados por esa alianza y la Iglesia había perdido el fuerte mandato social que tenía tras la caída del comunismo.
Es probable que esa sea una de las razones, pero no la única en un contexto complejo y global. En todo caso, cuando la Iglesia ha puesto la esperanza en su futuro en una determinada opción política no le ha ido nada bien. Y esto me vale tanto para la Teología de la liberación como para el caso polaco. No es un problema de irse a la derecha o a la izquierda.
Continuando con esta serie de artículos sobre Los Episodios nacionales de Galdós que nos ayudan a entender el momento presente. Hoy retomo uno titulado Zumalacarregui donde cuenta las peripecias de un cura enrolado en las filas carlistas. El eclesiástico vive en un continuo drama entre continuar con sus labores pastorales o dar rienda suelta a sus habilidades como soldado. En un momento, el escritor canario, en su genialidad para expresar la humanidad de sus personajes, le hace decir.
“Y ahora me pregunto: ¿estoy bien seguro, bien, bien seguro de que esta Causa nuestra tiene por objeto destruir la impiedad y entronizar el reino de Dios? ¿Representa nuestro don Carlos la ley divina? ¿Los de la otra parte, los que manda Oraa, Córdova o Mina, son realmente la maldad, la herejía, la ley del Demonio? Este cañón que yo he traído, ¿será destructor del pecado? Los proyectiles que salgan ardiendo de su boca, ¿serán lenguas de la verdad? ¿Nuestro don Tomás recibe de los ángeles la virtud estratégica? ¿Lo que en nuestro Rey parece ambición es convencimiento de una misión divina?… Sáqueme Dios de esta duda, y yo será…, ¡qué seré yo lo que seré!… El primer soldado de Dios y el primer eclesiástico de los hombres.”
Con las debidas contextualizaciones, estas deben ser preguntas razonables que cualquiera que haya puesto su esperanza en una determinada opción política pensando que nos va a traer la vuelta a los valores cristianos debería de hacerse. Como pequeña muestra la foto de portada de este artículo.
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