Los próximos tres días

De todas formas, sería injusto no reconocer que la cinta te mantiene en tensión en gran parte del metraje, aunque una larga persecución resta credibilidad a la historia. Sin embargo, el nivel general resulta más que aceptable y se puede pasar una buena tarde en una sala de cine.
Los próximos tres días (2010) suena al típico relato de falso culpable, que el maestro del suspense hubiese bordado desde el primer minuto. En esta ocasión, un profesor universitario luchará para demostrar la inocencia de su mujer, acusada de asesinato. Lo curioso es que este hombre intentará ayudarle, aun sabiendo o intuyendo que su mujer pueda no aceptarlo.
Este tema de una persona enamorada recuerda, en muchas secuencias, a las inolvidables obras de Hitchcock, que siempre ofrecían una segunda lectura porque en este thriller, la parte del suspense nos parece tan importante como la historia de amor que se presenta. Por esa razón, hemos observado ciertos toques al estilo de Vértigo, donde da la impresión de que el protagonista (Russell Crowe) vive en una realidad creada por él mismo.
Por otra parte, este largometraje sirve para explicar lo que puede llegar a hacer un hombre para mantener unida a su familia (él tiene la certeza de que su mujer es inocente), rozando el heroísmo, aunque sea tomándose la justicia por su mano. Y es que para este cineasta la temática familiar ha sido reflejada en muchos de sus trabajos. Por cierto, Russell Crowe, que ya había participado con el realizador en la serie El justiciero, afirmó en la revista Fotogramas que para él había sido muy fácil representar a su personaje porque se había servido del ejemplo de sus padres, puesto que llevan 49 años casados, demostrando la importancia que tiene para ellos el compromiso matrimonial.