Fracaso sindical, violencia intolerable

Durante este 29 de septiembre hemos asistido a una violencia inadmisible. Esa violencia y el miedo a sufrirla es lo único que ha dado visibilidad a la protesta. Tenemos que empezar a preguntarnos por qué en una sociedad en la que deben estar tuteladas las libertades, cada vez que hay una huelga se les concede a los sindicatos el derecho al salvajismo. A pesar de lo ocurrido, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha asegurado que ha sido un día con los incidentes habituales. Se ha de detenido a 60 personas, y quizás hubiera sido necesario detener a más, y el ministro destaca la normalidad. Prueba de que ésta era una protesta pactada.
A primera hora de la mañana, Zapatero, como lleva haciendo desde hace días, hablaba de diálogo con los sindicatos. Hoy somos más pobres, hemos perdido 1.000 millones de euros, con los mismos parados y con un Gobierno y unos sindicatos irresponsables que no hacen las cuentas con una tasa de paro que duplica la media de la Unión Europea.