Los negociados con Argentina
Nuevas denuncias ocupan primeras planas en diarios de Buenos Aires y Caracas. Chávez, promotor de la candidatura de Kirchner, alegó que se trataba de la guerra mediática, "una operación política que busca manchar las relaciones bilaterales". Según las estadísticas del país sureño, entre 2004 y 2008, Venezuela exportó a Argentina 123 millones de dólares e importó 4.353 millones. En los dos últimos años han aparecido otras denuncias de corrupción: contratos asignados a dedo y sin licitación, transferencias de dinero sin registros fiscales, y los nombres de Julio de Vido y Claudio Uberti, del entorno de los Kirchner, sindicados en el maletín de Antonini, al punto que Uberti renunció a un alto cargo que desempeñaba. En tribunales bonaerenses cursa un juicio por las "coimas", donde aparecen firmas argentinas como alcabalas, que seleccionaban a las compañías que contrataban con Chávez.
Diarios venezolanos denuncian monopolio y sobreprecio en el negocio del aluminio, otorgado sin licitación a una empresa argentina. El ex embajador Sandous afirma que durante su gestión informó al Gobierno de corrupción en el régimen de Chávez, concretamente un faltante de 90.000 millones de dólares en un fidecomiso manejado por los gobiernos de ambos países. La semana pasada ex ministros argentinos de Energía denunciaron ante los tribunales hechos de corrupción en la importación de fuel oil venezolano para las centrales térmicas de su país.
"El robo del siglo", calificó Teodoro Petkoff los escandalosos negociados con los 5.600 millones de dólares en bonos de la deuda pública argentina adquiridos por Venezuela, revendidos a terceros que ganaron porcentajes que van desde el 30 hasta el 200%. En Argentina señalan a la corrupción como elemento relevante en la gestión de la pareja Kirchner. Para nuestra oposición, son niños de pecho, comparados con el paradigma que representa Chávez, quien controla todos los órganos del poder público. Ni la Fiscalía, ni los tribunales, ni el Parlamento se han dado por enterados de las denuncias de Sandous. Como tampoco sobre los turbios negocios del aluminio, el fidecomiso, el fuel oil, el contrato sin licitación para la central hidroeléctrica Macagua, los fraudes en la importación de leche y ganado vacuno, los bonos de la deuda pública argentina.
A diario, los medios independientes publican casos de peculado, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, aportando información suficiente para la necesaria investigación. Aparte de multas, insultos y amenaza de cierre, nada se hace, con el argumento de que las denuncias no son formuladas ante los órganos competentes.