El Pacto ha muerto, viva la libertad
La propuesta del Gobierno era demasiado genérica en lo que se refiere al derecho de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos. Tal y como estaba redactada, permitía que las Comunidades Autónomas gobernadas por el PSOE siguieran sofocando el sistema de los conciertos. Es lo que está sucediendo en Extremadura, en Andalucía, en Baleares. El Gobierno, que sabía desde hace semanas que el PP no iba a refrendar el acuerdo, ha buscado el respaldo entre las organizaciones sociales.
Para ganarse el favor de los sindicatos ha concedido beneficios a los profesores, bien está. Pero para ganar el apoyo de las patronales de centros de enseñanza y de los padres, ha amenazado con empeorar el sistema de conciertos. Ha llegado a filtrar el borrador de un nuevo decreto que endurecía la regulación de la enseñanza de iniciativa social. Ése no es el camino. El PP, después de los últimos meses, puede tomar nota de lo importante que es la calidad educativa, la unidad de programas en toda España, la defensa del castellano pero, sobre todo, la libertad de los padres.